Gimnasia Artística

Siempre he pensado que renunciar a un empleo, más que salir de una zona de confort, es como saltar de un tren en movimiento; pero hacerlo en plena pandemia y en la mediana edad, es como dar un salto de potro con un doble mortal hacia enfrente y medio giro; uno intentará caer con estilo, pero las articulaciones de las rodillas no van a cooperar.

Uno empieza la carrera para tomar impulso casi con la certeza que el aterrizaje será desastroso: desde pasos adicionales y tropiezos fuera de la zona establecida para aterrizar, hasta la posibilidad de que los pies no sean la primera parte del cuerpo que toque el suelo.

Entonces, en medio de la acrobacia, en esa fracción de segundo en que el tiempo se detiene, uno recuerda: que la única razón por la que caemos, es para aprender a levantarnos.

Por: Miguel Ángel García García

@letrasypalabras

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