La importancia de la ayuda terapéutica de tanatología y logoterapia
Durante nuestra vida vamos sufriendo cambios significativos y superando etapas, todas ellas importantes para cubrir por completo la experiencia de vivir. La naturaleza del hombre le teme al cambio, y aunque el cambio siempre es progreso, para el hombre significa temor a lo desconocido por venir, es decir, a la muerte, que es inevitable para todo ser vivo. Las etapas de crecimiento de nuestro cuerpo físicamente marcan el paso de una etapa a otra, acompañadas de cambios emocionales e intelectuales en nuestra vida hasta llegar a la vejez. También experimentamos cambios y circunstancias que nos parecen difíciles de superar, pero nos vamos acomodando y no tomamos consciencia, porque nos duelen y no queremos sufrir de más.
La tanatología es el estudio de las pérdidas, que van desde las cosas más insignificantes como la pérdida de una bolsa o cartera, hasta el robo del auto, ver partir a los hijos a su propio destino, incluso el contraer matrimonio, la jubilación, el divorcio, la pérdida de la salud, la muerte de un ser querido, dejar objetos significativos, cambios de domicilio, estragos económicos, de belleza, mascotas, etc. Este tipo de eventos necesitan acomodar los sentimientos que nos hacen reaprender a vivir de una manera distinta porque son considerados como pérdidas. Todos, pequeños y grandes, requieren un proceso de duelo el cual debe de ser llevado por completo a su término para poder continuar con una vida emocional y psíquicamente sana. El proceso de duelo tiene las siguientes etapas: sorpresa, enojo, tristeza y/o depresión, resignación y aceptación. Cada una debe ser superada, la duración varía dependiendo de las circunstancias. Un mismo evento puede tener una magnitud distinta en cada persona, según el punto de vista de cómo lo viva cada uno. Cuando un suceso es muy fuerte, traumático, doloroso o inesperado, requiere de intervención en crisis por un profesional. La terapia de tanatología puede ayudar a las personas a transitar el proceso del duelo para superar y acomodar la vida con los cambios que el evento les haya afectado, para vivir sí con añoranza, pero sin el sufrimiento. La terapia tanatológica revisará que se lleve el duelo de manera sana, en el tiempo correcto para concluirlo adecuadamente sin secuelas que pueden hacer sufrir innecesariamente a las personas y a sus familiares o seres queridos cercanos.
El padre de la Logoterapia Víctor Frank narra, en su libro “El hombre sin sentido”, cómo el hombre pasará inevitablemente por la triada trágica refiriéndose al dolor, el sufrimiento y la muerte. Se considera estadísticamente que todas las personas sufrirán al menos tres eventos de cada uno durante el trayecto de vida. La logoterapia busca brindar de manera positiva el aprendizaje de las experiencias dolorosas que vamos enfrentando, por lo que se recomienda llevar después de concluir el proceso de duelo, como terapia complementaria, pues ayudaría a enriquecer y recobrar de manera positiva la actitud y el entusiasmo necesario para aceptar y continuar la experiencia de vivir.
Luz Elena Torres Esponda
Tanatóloga y logoterapeuta.
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