Los hábitos saludables se crean desde niños

La alimentación es uno de los factores que tiene mayor influencia en la salud. Tener una dieta que sea adecuada, equilibrada y adaptada a las necesidades de cada etapa de la vida, desde la infancia hasta la vejez, garantiza un adecuado crecimiento y desarrollo, ayuda a la prevención de enfermedades y a tener una mejor calidad de vida.
Los hábitos de alimentación se irán adquiriendo desde la infancia, siendo el hogar y las escuelas los espacios con mayor influencia en la adopción de conocimientos y hábitos acerca de la alimentación y la salud. Durante la infancia los niños muestran curiosidad y aprenden todo lo que puedan del mundo que los rodea; los conocimientos adquiridos durante esta etapa serán las bases de su salud y comportamiento alimentario que tendrán a lo largo de su vida. Algunas recomendaciones para incluir hábitos saludables en los niños desde pequeños son:
• Hacer comidas en familia y que todos coman lo mismo. Cuando son pequeños muchas cosas las hacen por imitación así que, si están en la mesa comiendo lo mismo que sus padres, se sienten incluidos y es más probable que acepten la comida. Procurar que la comida sea en un ambiente calmado, lleno de paz y lejos de la televisión, teléfonos y tablets.
• Comprar alimentos sanos. Si tienen algún antojo entre comidas, trata de tener alimentos más sanos y nutritivos, como frutas, yogurt, galletas saludables, incluso se les puede involucrar en la preparación de sus snacks, harán de esos alimentos un hábito.
• No premiar ni castigar con comida. El satanizar comidas o decirles que si se comen las verduras podrán comer un helado, hará que tomen las verduras como una obligación, algo malo que tienen que hacer para poder tener un premio, y será más difícil que las tomen como parte de su alimentación diaria. Una buena estrategia es darles a escoger 2 o 3 opciones saludables. Así, van a elegir una y van a comer lo ellos mismos eligieron, no lo que su mamá o papá les están obligando a comer.
• Incluir el ejercicio como hábito resulta más sencillo cuando realizan el deporte que les gusta; las experiencias que sean agradables para ellos serán más fáciles de incorporar en su vida diaria.
• Si ya existe algún hábito que quieren cambiar, se tienen que establecer metas que sean realistas; no esperar que de un día a otro dejen algo que están acostumbrados a comer. Ir disminuyendo el hábito poco a poco, dando siempre una opción para sustituirlo y así, con el tiempo, lograr una adaptación positiva al cambio.
• No prohibir alimentos. El decirles que no se puede comer eso que tanto les gusta, los antojará más; lo que se puede hacer en esos casos es hacer tratos, por ejemplo: ¿qué te parece si el fin de semana te llevo a comer el pastel o la hamburguesa?, para que vayan entendiendo que no hay alimentos malos o buenos, sino que hay algunos que pueden ser de diario, y otros que son ocasiones especiales.
• Evitar el consumo de jugos embotellados y refrescos. Siempre serán mejores las preparaciones de jugos de alguna fruta elaborados en casa, con cantidad de azúcar controlada. Acostumbrarlos a que tomen agua natural siempre es mejor.
Si tienen la información suficiente para llevar una alimentación adecuada, tendrán las bases fuertes para tomar decisiones de alimentación cuando estén fuera de casa. El adquirir hábitos saludables desde pequeños será una inversión para la salud de su futuro, en todas las etapas de la vida.





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