¡ORGFAS al rescate!

La Rivera Maya se ha convertido en los últimos 15 años en un destino turístico a nivel internacional. Esto ha llevado a un aumento de la devastación de las zonas costeras y terrestres que se destinan a infraestructura hotelera y emprendimientos para albergar a la gran afluencia de público que desea disfrutar del lugar, pero poco se ha tenido en cuenta a la hora de articular el placer con el medioambiente. Por este motivo ciudadanos y turistas por igual manifiestan su preocupación por las condiciones de los animales que actualmente habitan en la zona, además de oponerse, cada vez con mayor vehemencia a modelos que mantienen especies en cautiverio con el único fin de ser observados.