La importancia de aprender a leer y escribir

Enseñar a leer y escribir, así como enseñar a pensar, es educar para la esperanza de una mejor calidad de vida.

Estamos acostumbrados a pensar que la lectura y escritura son aprendizajes mecánicos y puramente instrumentales, pero en realidad son conocimientos fundamentales cuya transferencia cognitiva y afectiva va mucho más allá de lo que podríamos imaginar; por algo, a nivel universal, se consideran tres aprendizajes esenciales para la vida: la lectura, la escritura y el pensamiento lógico-matemático.

Estas habilidades son herramientas importantes para desarrollar niveles cada vez más elaborados de pensamiento, comunicación e interacción positiva con los demás y con el medio, además de ser instrumentos muy valiosos para aprender, seguir estudiando y aprendiendo.

Por otro lado, el arrollador avance de la tecnología en el campo de la comunicación y de la información, llevó a argumentar, en algún momento, que la imagen y la palabra hablada reemplazarían ventajosamente a la lectura y la escritura; sin embargo, la realidad demuestra que la habilidad lectora y la producción escrita cobran mayor vigencia en el mundo globalizado, donde el acceso a la información llega principalmente por escrito a través del Internet, un medio cada vez más generalizado. Pero no basta con leer mecánicamente, más importante es desarrollar las habilidades que permitan comprender, seleccionar, organizar, procesar y utilizar la información; de lo que se deduce que el uso de sistemas informáticos requiere la aplicación de habilidades lectoras, de escritura y de pensamiento lógico, cada vez más desarrolladas.

LA LECTURA es importante para:

  • Desarrollar la atención y concentración.
  • Desarrollar la capacidad de decodificación y comprensión de mensajes.
  • Ayudar al descentramiento, es decir, salir de sí para ponerse en el lugar del otro.
  • Tener actitud dialógica para escuchar y aprender de los demás.
  • Ponernos en contacto con nuestra propia interioridad ya que es, por lo general, una actividad personal, silenciosa, que confronta permanentemente otras ideas y sentimientos con las de uno mismo.
  • Ser, además, un vehículo indispensable para ponerse en contacto con el mundo, con el conocimiento, otras realidades, con el pasado, diversas opiniones, etc. No todo lo podemos ver y comprobar por nosotros mismos, gran parte de información nos llega por escrito (periódicos, revistas, libros, internet).
  • Ponerse en contacto con todo lo anterior, permitiendo al lector ampliar su panorama y desarrollar criterios para comprender e interpretar su propia realidad.
  • Estar actualizados, en esta época en que los avances científicos y tecnológicos progresan rápidamente, quien no lee queda desfasado.
  • Ayudar a incorporar formas y procesos lingüísticos: ortografía, vocabulario, modelos de construcción y de composición, etc.
  • Llevarnos de niveles simples de decodificación a niveles complejos y profundos de análisis, que se pueden transferir a distintas situaciones de la vida.

LA REDACCIÓN favorece:

  • La organización y estructuración del pensamiento.
  • La actitud dialógica. Escribimos principalmente para ser leídos por otros, para comunicar algo.
  • El sentido lógico.
  • La capacidad de argumentación.
  • Niveles de expresión más elaborados.

LA MATEMÁTICA desarrolla:

  • La capacidad de abstracción, es decir, transferir el mundo concreto al mundo de las ideas y de la imaginación, lo que a su vez favorece la capacidad creativa e innovadora.
  • El pensamiento lógico que sirve para resolver problemas de la vida cotidiana guiándose por algunos criterios.
  • El pensamiento simbólico que permite representar y sintetizar aspectos del mundo de lo concreto y del mundo de las ideas.
  • La elaboración y manipulación intelectual.

Todas estas habilidades en conjunto permiten que las personas tengan mejores posibilidades de comunicación, convivencia positiva, adaptación, creación, resolución de problemas, y autonomía.