Descubre los beneficios del Shaking: liberación, relajación y renovación

El Shaking es una práctica somática que, al igual que el baile y otros movimientos libres, nos ayuda a liberar la energía estancada y transitar hacia un estado más presente y consciente.

Es una liberación tanto para el cuerpo como para el sistema nervioso. Al sacudirte, literalmente estás desprendiendo el polvo del estrés, el trauma, los sentimientos y cualquier otra cosa que tu cuerpo no necesite.

Además de ser una experiencia liberadora para el cuerpo, el Shaking puede mejorar tu conciencia corporal y fortalecer la conexión mente-cuerpo, brindándote claridad mental y serenidad.

Esta práctica ofrece una serie de beneficios para el cuerpo, la mente y el bienestar general:

• Liberación de tensiones y estrés
El Shaking es una forma efectiva de liberar tensiones acumuladas en el cuerpo, así como el estrés y la ansiedad del día a día. Al sacudirnos, permitimos que el cuerpo suelte la energía estancada, lo que ayuda a reducir la sensación de tensión y promueve la relajación.

• Mejora de la circulación
El movimiento rítmico y constante estimula la circulación sanguínea en todo el cuerpo, lo que puede ayudar a mejorar la oxigenación de los tejidos y órganos, así como a eliminar toxinas del sistema.

• Fortalecimiento del sistema nervioso
La práctica regular del Shaking puede fortalecer el sistema nervioso, ayudando a regular la respuesta al estrés y promoviendo una sensación de calma y equilibrio.

• Aumento de la energía
Puede contribuir a aumentar los niveles de energía al liberar bloqueos energéticos y revitalizar el cuerpo. Muchas personas experimentan una sensación de renovación y vitalidad después de una sesión de Shaking.

• Mejora de la conciencia corporal
Al prestar atención consciente al movimiento del cuerpo durante su práctica, se desarrolla una mayor conciencia corporal, lo que puede ayudar a identificar y liberar áreas de tensión o incomodidad.

• Reducción del estrés emocional
El Shaking puede ser una forma eficaz de liberar emociones reprimidas y procesar el estrés emocional. Al permitirnos sacudirnos libremente, podemos soltar tensiones emocionales y sentirnos más ligeros y liberados.

Para practicar el Shaking somático, no hay una manera incorrecta de hacerlo, pero aquí te ofrecemos algunas sugerencias:

Comienza arraigando tus pies, cierra los ojos y realiza algunas respiraciones profundas para relajar y suavizar tu cuerpo. Inicia sacudiendo suavemente las rodillas hacia arriba y hacia abajo, permitiendo que el movimiento se expanda a todas las partes de tu cuerpo que deseen unirse. Deja que tu cuerpo dicte la velocidad, los patrones de movimiento y la intensidad. Durante la práctica, puedes acompañar el movimiento con respiraciones profundas y sonidos si lo deseas. También puedes poner música para ayudarte a mantener el ritmo, o simplemente detenerte cuando sientas que es el momento adecuado para hacerlo.

Después de la práctica, tómate un momento de quietud para reflexionar y observar cómo te sientes. Pregúntate a ti mismo: “¿Cómo me siento? ¿Qué ha cambiado?”

Recuerda que lo importante no es cómo se ve la práctica, sino cómo te hace sentir.
¡Así que levántate y sacúdete!

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