¿Cómo reducir el desperdicio de alimentos en tu propia cocina?

Un tercio de los alimentos producidos en el mundo se desperdician mientras que gran parte de la población no tiene acceso a una buena alimentación.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) define la pérdida y desperdicios alimentarios como la disminución de los alimentos para el consumo humano debido al comportamiento de quienes desechan alimentos consumibles.

Cerca de un 30 por ciento de estas pérdidas ocurren en nuestras casas, donde los consumidores somos los únicos responsables. Estos desperdicios no sólo contribuyen a la desigualdad del acceso a la alimentación, sino que ocupan gran parte de suelos (más que Canadá e India juntos), consumo de agua limpia (casi cuatro veces el consumo de todo Estados Unidos) y contribuyen al efecto invernadero (si los desperdicios fueran un país, ¡sería el tercero con mayor huella de carbono!).

¿Cómo podemos contribuir a disminuir estas pérdidas alimentarias?

Elige productos según las necesidades de tu hogar

Antes de ir de compras, comprueba el estado de los alimentos que tienes en casa, sobre todo los productos frescos o con fecha de caducidad. Planifica los menús diarios o semanales teniendo en cuenta el número de personas que van a comer. 

Compra lo justo y necesario

Llevar la lista de la compra al mercado y ajustarse a lo que hemos escrito en ella es esencial. No sólo ahorraremos en alimentos, sino también en dinero y no gastaremos de más. Toda la comida que compremos y luego no consumamos acabará afectando a nuestra economía doméstica, así que compremos de manera responsable.

Almacena y conserva los alimentos correctamente 

El correcto almacenaje de alimentos y la organización de nuestras neveras y despensas es otro punto clave para evitar que se echen a perder. Es importante saber qué alimentos se deterioran antes y cuál es la mejor manera de conservarlos. Esta información aparece en el etiquetado de modo que no tenemos excusa.

Caducidad y consumo preferente 

Conocer las etiquetas y entender bien su significado es un factor importante a la hora de evitar el desperdicio de alimentos. Hay que prestar atención a la fecha de caducidad, a partir de la cual el consumo de un alimento es peligroso para la salud, así como a la fecha de consumo preferente, que indica que puede haber cambios de sabor y textura en los alimentos, pero que no son perjudiciales para nuestra salud.

El tamaño adecuado de la ración

La mejor manera de evitar que sobre comida es preparar las raciones que se van a consumir. Si finalmente tenemos sobras de alimentos de las comidas, piensa que puedes reutilizarlos en los próximos días para realizar nuevas recetas, o bien congelarlos y consumirlos en otra ocasión. Las frutas y verduras muy maduras puedes usarlas en otro tipo de preparaciones no frescas, como jugos, sopas, etc.

Organiza tu frigorífico 

Guarda los alimentos crudos en los estantes inferiores, debajo de alimentos cocinados o listos para el consumo. No sobrecargues la nevera y comprueba a menudo que la temperatura se mantenga entre 0 ºC y 5 ºC. Evita colocar grandes cantidades de alimentos calientes para enfriar dentro del refrigerador, ya que disminuye mucho la temperatura de la nevera.

Descongelar: ¿cómo y dónde? 

Los alimentos descongelados se deben consumir en menos de 24 horas, ya que son más susceptibles de ser alterados, y no se pueden volver a congelar.

Para un descongelado correcto, y evitar el crecimiento de microorganismos indeseados, debemos pasar el alimento, en su propio envase, a la nevera. También podemos usar el microondas, colocando los alimentos crudos en una fuente con rejilla, para evitar que se mezclen los jugos o, en el caso de los ya cocinados, introduciéndolos en un recipiente destapado. Existen alimentos que pueden ser cocinados directamente sin necesidad de descongelar como las verduras y hortalizas.

Dentro de 30 años la producción alimentaria debería aumentar un 70% para satisfacer a todos los habitantes, pero los suelos cultivables serán insuficientes debido a la creciente población.

Es nuestro deber crear conciencia y cambiar nuestros hábitos alimentarios. Parte en casa, contigo.