¿Qué sucede en el músculo luego de hacer ejercicio? ¿Por qué se siente dolor si no estiramos?

El doms (Delayed Onset Muscle Soreness - dolor muscular de aparición tardía) se encuentra en discusión y existen evidencias contradictorias. El dolor post actividad intensa, como la de alta competición, no se alivia totalmente por elongar al final, y si se prolonga más de 48 horas, es señal de que nos excedimos. Sin embargo, la actividad física aeróbica leve y los estiramientos alivian gran parte de las molestias post entrenamiento.

Hoy en día se cree que estos dolores se deben a micro rupturas fibrilares de los sarcómeros que se dan en las fases excéntricas, cerca de las uniones músculo-tendinosas. Este tipo de actividades de gran carga excéntrica se da en los entrenamientos que buscan hipertrofiar los músculos. No hablamos de prácticas yoguis, claro, son más bien parte de planes a lo Arnold Schwarzenegger de musculación o crossfit.

No lo olviden: el dolor es una herramienta de la conciencia y puede señalar que nos pasamos de rosca y que debemos aliviar las cargas o no aumentarlas de golpe. También es muy común querer entrenar al otro día y no respetar el ciclo de recuperación del cuerpo. Este tipo de conductas (“no puedo parar”, “quiero entrenar todos los días”) son candidatas a generar una buena lesión.

Hasta hace poco, se atribuía el DOMS a la acumulación de ácido láctico como un residuo que necesita ser “barrido” mediante el aumento en la circulación al elongar. Esta teoría quedó atrás, aunque eso no significa que el ácido láctico no exista o no precise ser drenado al torrente circulatorio.

El ácido láctico proviene de la degradación de la glucosa en ausencia de oxígeno. Cuando hacemos ejercicios intensos, como levantamiento de pesas o correr a máxima velocidad, con mucha intensidad y corta o media duración, los niveles de oxígeno bajan, y se degrada a la glucosa para obtener energía en forma anaeróbica (sin oxígeno). Si no paramos, el ácido láctico empieza a acumularse y no le da tiempo al organismo a reutilizarlo, lo que provoca la acidificación de las fibras musculares.

El resultado es una fatiga muscular que puede frenarnos y/o degradar el gesto. O sea, nos agotamos, empezamos a hacer lo mismo, pero mal, y la lesión (o en algunos deportes de contacto, los accidentes) no tarda en aparecer.

Hay una frase que siempre les repito a mis alumnos y pacientes que viene de los griegos. Pero como en Argentina la repetía Juan Domingo Perón, a algunos les encanta y a otros no les gusta tanto: “Todo en su justa medida y armoniosamente”.

Este artículo fue extraído del libro “Columna Vertebral. Anatomía para pacientes, impacientes y yoguis”, escrito por el Osteópata y Fisioterapeuta Aníbal P. Scharovsky, en donde encontrarás información precisa de anatomía, fisiología y biomecánica y un montón de curiosidades e historias, para aprender más sobre nuestra columna vertebral, cómo funciona y cómo cuidarla. Para romper con el sedentarismo, movernos sin lesionarnos y disfrutar.

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Por: Aníbal P. Scharovsky
Osteópata y Fisioterapeuta

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