Cuando la genética entra al juego: Nutrigenética aplicada al deporte

Cada cuerpo es diferente, pero ahora también sabemos que cada cuerpo responde distinto a la alimentación y al entrenamiento. La nutrigenética, una rama emergente de la ciencia que estudia la relación entre los genes y la nutrición, viene a revolucionar el mundo del deporte con una premisa clara: no existe una sola fórmula que funcione para todos.
Aplicada al ámbito deportivo, esta disciplina permite comprender cómo las variaciones genéticas individuales influyen en la manera en que metabolizamos los nutrientes, en nuestra respuesta al ejercicio, en el riesgo de lesiones e incluso en la recuperación post-entrenamiento. Gracias a un simple test genético (generalmente una muestra de saliva), es posible diseñar planes de nutrición y entrenamiento personalizados para potenciar el rendimiento y prevenir errores comunes.Por ejemplo, el gen ACTN3, conocido como el “gen de la velocidad”, puede predecir si un atleta tiene mayor predisposición para deportes de resistencia como el ciclismo o el running de fondo, o si su genética favorece disciplinas explosivas como la halterofilia o los 100 metros llanos. Otro gen relevante es el CYP1A2, que determina si alguien metaboliza rápido o lento la cafeína, sustancia comúnmente utilizada para mejorar el rendimiento. En algunos atletas, la cafeína puede mejorar los tiempos; en otros, causar ansiedad, arritmias o afectar el sueño.
La nutrigenética también ayuda a identificar sensibilidades alimentarias, predisposición a deficiencias nutricionales (como la de vitamina D o hierro), y entender si una dieta alta en grasas, rica en carbohidratos o balanceada será más efectiva según el perfil genético de cada persona. Esta información es oro puro, tanto para deportistas de élite como para aficionados que buscan entrenar de forma más eficiente y cuidarse mejor.
Cristiano Ronaldo, por ejemplo, ha trabajado durante años con especialistas en genética aplicada para optimizar su alimentación y entrenamiento. El ciclista británico Chris Froome, cuatro veces ganador del Tour de France, también ha incorporado esta tecnología para ajustar su dieta y carga de entrenamiento según su perfil genético. Y equipos de la NBA, la NFL y selecciones olímpicas de alto nivel ya han adoptado el análisis genético como parte de su estrategia de rendimiento y prevención de lesiones.
Más allá del alto rendimiento, esta herramienta ya se está utilizando en gimnasios, clínicas y centros de bienestar como parte de un enfoque integral de salud. Porque no se trata solo de entrenar más, sino de entrenar mejor. Conocer tu mapa genético permite ajustar la intensidad del ejercicio, elegir los nutrientes adecuados y planificar descansos efectivos. Es decir: entender qué necesita tu cuerpo, desde adentro.
Así, el futuro del deporte y la nutrición se vuelve cada vez más personalizado, inteligente y efectivo, con la ciencia como aliada para lograr que el cuerpo y sus posibilidades estén realmente en sintonía. Y lo mejor es que este futuro ya empezó.
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