Una dieta saludable antes, durante y después de la COVID-19
Si ha habido un momento que nos ha hecho prestar atención a nuestra salud, ha sido la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19). Durante este año también ha quedado claro que no todos los factores relacionados con la salud se encuentran bajo nuestro control. Sin embargo, muchos de nosotros somos lo suficientemente afortunados como para poder decidir en lo que respecta a un elemento importante, es decir, nuestra alimentación. Llevar una dieta saludable desempeña una función importante en nuestra salud general y nuestro sistema inmunitario. Los alimentos que consumimos afectan directamente a cómo nos sentimos y al funcionamiento de nuestro organismo. Esto es así tanto durante una enfermedad como antes o después de ella.
En el mundo las dietas varían ampliamente en función del acceso, los ingresos, los hábitos y la cultura. Sin embargo, existen verdades comunes sobre cómo mantener una dieta saludable independientemente de dónde vivamos.
Hábitos alimenticios saludables y recursos de la FAO para ayudarte:
• Combina alimentos. Consume alimentos variados de cada grupo y de todos los grupos de alimentos a fin de asegurarte una ingesta suficiente de nutrientes importantes. Las guías alimentarias nacionales basadas en alimentos pueden ayudarte. La FAO presta apoyo a los Estados Miembros para la elaboración y aplicación de las guías alimentarias basadas en alimentos de conformidad con los datos científicos que se dispone en la actualidad. Más de 100 países de todo el mundo han elaborado guías alimentarias adaptadas a las situaciones de salud, disponibilidad de alimentos, culturas culinarias y hábitos de alimentación de sus poblaciones. Consulta la orientación de tu país aquí.
• Consume frutas y hortalizas en abundancia, ya que proporcionan gran cantidad de vitaminas y minerales, así como la fibra necesaria para una dieta saludable. Si están congeladas o enlatadas, mínimamente elaboradas, son una opción adecuada para limitar tus viajes al mercado o supermercado. No obstante, asegúrate de prestar atención a los ingredientes. En el proceso de enlatado y elaboración de estos productos a veces se añade azúcar, sal y conservantes.
• Añade legumbres, cereales integrales y frutos secos a tu dieta. Las legumbres en particular son ecológicamente inocuas y, en general, una fuente asequible de proteínas. Los frijoles, los guisantes y otras legumbres tienen un alto contenido de vitaminas y minerales que, cuando forman parte de una dieta saludable, pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades como la diabetes y las cardiopatías coronarias. Las grasas saludables como las que contienen los aceites de oliva, sésamo, cacahuate
u otros aceites insaturados pueden reforzar tu sistema inmunitario y ayudar a reducir la inflamación. Consulta toda la información sobre la enorme variedad de legumbres y recetas para prepararlas en el libro de cocina de la FAO sobre las legumbres.
• Limita las grasas, el azúcar y la sal. En momentos de estrés muchas personas consumen alimentos que les producen una sensación de bienestar o precocinados. Lamentablemente, estos suelen tener un elevado contenido de grasas, azúcar, sal y calorías, lo cual, como parte de una dieta desequilibrada, puede afectar con el tiempo a tu salud general. Una buena costumbre es consultar las etiquetas de todos los alimentos que consumas para conocer sus ingredientes y valor nutricional. La función de las etiquetas de los alimentos es ayudarte a limitar la cantidad de determinados ingredientes o incrementar los niveles de los que son beneficiosos.
• Lleva a cabo una buena higiene de los alimentos. La higiene en todas sus formas resulta especialmente importante en estos tiempos de pandemia. Sin embargo, cabe recordar que la COVID-19 es una enfermedad causada por un virus respiratorio. No es una enfermedad transmitida por los alimentos. Aun así, realizar una buena higiene e inocuidad de los alimentos siempre es importante. Recuerda estos cinco consejos: 1) asegúrate que tus manos, los utensilios de cocina y las superficies donde cocines estén limpios; 2) separa los alimentos crudos de los cocinados; 3) cocina los alimentos completamente; 4) mantenlos a temperaturas seguras, y 5) utiliza agua salubre. Puedes consultar más información sobre inocuidad alimentaria en este sitio web.
• Mantente físicamente activo y bebe abundante agua. Hacer ejercicio resulta importante tanto para tu salud física como mental. La obesidad y el sobrepeso han aumentado significativamente en los últimos años. Especialmente ahora, cuando las personas permanecen en casa más tiempo debido a las restricciones de la COVID-19, es importante encontrar otras formas de mantenerse activo. Deberías realizar al menos entre 30 y 60 minutos de ejercicio diario, en función de tu edad y estilo de vida.
La pandemia ha alterado la vida cotidiana de las personas en todo el mundo, causando a muchas de ellas gran estrés, enfermedad y dolor. En medio de estas dificultades y cambios, lo más importante es mantener un estilo de vida saludable.
Fuente: www.fao.org
Etiquetas: Edición 118