La jarra del bien beber, para niños y adolescentes
Emitida por la Secretaría e instituciones de Salud, la jarra del bien beber es una guía informativa donde se recomienda el tipo y la cantidad de líquidos que se deben consumir al día para mantenerse saludable, ubicándose el agua potable en el nivel más indispensable de consumo.
De acuerdo a los especialistas de la salud, una hidratación adecuada favorece el buen funcionamiento del intestino y de los riñones, regula la temperatura corporal, ayuda a la digestión de los alimentos, favorece la excreción de sustancias tóxicas del cuerpo, el transporte de nutrimientos, así como la eliminación de los desechos que el cuerpo no necesita a través de orina y heces.
Razones más que suficientes para que desde pequeños se acostumbren a opciones saludables para su vida.
Con el objetivo de informar a la población sobre aquellas bebidas que deben consumirse o limitarse, la jarra del bien beber está dividida en 4 niveles. El primero incluye las bebidas indispensables como lo es el agua potable, y se recomienda el consumo de 1.5 a 2 litros al día, entre 6 y 8 vasos de este vital líquido. Al constituir el 50% del peso corporal en mujeres y 60% en hombres, se la considera “el principal componente del organismo”. Y, por lo tanto, su pérdida a través del sudor, la orina o la respiración vuelve urgente la recuperación del líquido perdido.
En el segundo nivel se ubica la leche sin azúcar añadida (leche entera, descremada, semidescremada y bebidas de soya), cuyo consumo recomendado es de entre 1 y 2 vasos al día. Los niños pueden consumir este tipo de leche a partir de los 2 años.
En el tercer nivel, se encuentran las aguas de frutas y las infusiones con no más de una cucharadita de azúcar por ración.
Es recomendado que, a partir de este nivel, las bebidas se eviten en la medida de lo posible, pues su consumo señalado va, desde ningún vaso, hasta un máximo de dos vasos diarios.
Las bebidas con alto nivel calórico y beneficios limitados para la salud se posicionan en el cuarto nivel, como los jugos o licuados de fruta con azúcar o miel, cuyo consumo no debe exceder el medio vaso por día.
Dentro de los cuatro niveles de la jarra del bien beber, están solamente las bebidas con un porcentaje bajo o nulo de azúcares y calorías. Las que no se encuentran en la lista son aquellas que su consumo debe ser evitado como: refrescos, bebidas deportivas, jugo embotellados, néctares, bebidas saborizadas con azúcar, leches con sabor, aguas frescas con azúcar, café y té. Ya que su consumo excesivo puede desencadenar enfermedades como obesidad, diabetes e hipertensión.
La prevalencia de sobrepeso y obesidad en población infantil y juvenil ha aumentado de manera alarmante, convirtiéndose en un problema de salud pública. En México, uno de los mayores consumidores de bebidas azucaradas a nivel mundial, se estima que el 7%, es decir, más de 40 mil muertes al año, están relacionadas con el consumo de estos productos. Por eso es importante, para mantenerse hidratado correctamente, no sólo controlar la cantidad de líquido que se toma, sino también la calidad.
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