Reduce, Reutiliza y Recicla
Actualmente nuestro modo de vida produce montañas de residuos que no paran de crecer, principalmente en el ámbito de la construcción. Es por eso que, como ciudadanos con conciencia y compromiso con el medio ambiente debemos recurrir a las famosas “3R”: reducir, reutilizar y reciclar.
La primera y más importante es “Reducir”, es decir, minimizar la cantidad de residuos, usando materiales naturales. Al final de su vida útil, un material natural, que prácticamente no ha sufrido transformación y por lo tanto su estado es parecido al que tenía antes de ser utilizado, se convierte en un residuo. Materiales como la piedra, la madera que ha sido tratada con pinturas o barnices no tóxicos, o el zacate o el barro están dentro de esta categoría. Todos son biodegradables y por lo tanto pueden ser devueltos a la naturaleza sin necesidad de ningún tratamiento previo.
Otra manera de reducir la cantidad de desechos es escogiendo productos o materiales más duraderos. Cuanto más tiempo perduren más tardarán en convertirse en residuos y en tener que ser sustituidos. En este sentido “reducir” es totalmente antagónico al modelo de “usar y tirar”.
Hablando ahora de “Reutilizar”, consiste en intentar sacar el máximo provecho posible a un material o producto antes de que se convierta en basura. En construcción se trata de recuperar aquellos elementos completos que pueden tener un nuevo uso o incluso el mismo, pero con tan sólo un proceso de transformación mínimo.
Los marcos de puertas, ventanas, pisos flotantes, tejas, etc., entran en la categoría de reutilizables. La mayoría pueden emplearse en otras construcciones después de darles un poco de mantenimiento, siempre y cuando el material de base esté en buen estado. Por otro lado está la vertiente artística donde se pueden hacer muebles u objetos decorativos con lo que para muchos es un desperdicio, como actualmente están realizando en las galerías playenses con Pallets de madera transformándolos en cómodas sillas o mesas.
Finalmente “Reciclar”, si se realiza una correcta separación de los materiales residuales de obra podemos encontrarnos con que la mayoría de son reciclables. Estos materiales pueden ser separados en tres grupos: inertes, peligrosos e inofensivos.
Entre los materiales inertes, el más abundante es el polvo o piedra molida, que si está limpia se puede llevar directamente a su nuevo uso y si no se limpia colándola con un “Teriyaqui”. Los restos de cerámica y hormigón son triturados para obtener un granulado que se puede usar para mezcla de pavimento o un nuevo hormigón. El hierro puede ser fundido y de hecho hay personas que compran el kilo de hierro para tales fines. La madera al triturarla se convierte en astilla para biomasa o materia prima para paneles de aglomerado. Los residuos no peligrosos y no reciclables se almacenan en depósitos controlados, como el aceite quemado; y por último los peligrosos como placas de cemento y amianto (uralita) son tratados y depositados en contenedores especiales.
Como verán es sólo cuestión de compromiso, y si, tal vez un poco más de inversión en el momento de una construcción ya que se le dedica tiempo a realizar estas acciones, pero tengan en cuenta que cada centavo que se invierte en ello es una inmensa ganancia para nuestro planeta.
Ing. Gabriel Galindo Arias
Grupo3 Ingeniería + Arquitectura
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.