Poesía Pueril

Siguiendo las recomendaciones para escribir poesía, de Hernán Casciari, me quité los zapatos y caminé descalzo sobre el pasto; escribí en papel sin renglones, con lápiz negro y con la goma de borrar a la derecha; me la pasé cazando frases de ocho sílabas; abrí la caja donde guardé al amor, y destapé los frascos con recuerdos esenciales; me acosté boca arriba, observando el techo; pero nada, no pude escribir ni un pueril verso.

Es como si mi hemisferio derecho estuviera apagado, como si se hubiese quedado sin batería.

La verdad es que nunca he sabido con certeza cuál es su fuente de energía, pero imagino que, al igual que otros mecanismos en mi cerebro, opera bajo el influjo de la conjunción de ciertos elementos.

Heme aquí, pensando en ti; escuchando canciones en portugués; esperando a que lleguen la lluvia o la noche, o un viento tremendo.

Por: Miguel Ángel García García

@letrasypalabras

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