Una canción que no me recuerde a nadie
Estaba buscando las canciones de mi juventud, esas que me traen recuerdos; es que he olvidado mi infancia, casi no recuerdo mi adolescencia y a este paso temo que voy a olvidarlo todo.
Guardo experiencias, sentimientos y emociones en canciones como si fueran cajas o frascos; todos en algún momento hemos vinculado una experiencia, un sentimiento, una persona o etapa de la vida a una canción o pieza musical.
En una canción se puede guardar una pérdida total, un daño irreparable, el pasado participio, el presente progresivo, el futuro imperfecto. En una canción se puede encerrar al amor. Podría explicar mi noción del amor con dos o tres canciones. En un día de lluvia salí de una canción, me posé sobre sus labios y me hice hombre. Mi versión del amor es musical.
La primera canción del día es de lo más importante, la música influye directamente en el estado de ánimo, lo catapulta o lo hunde.
Se puede volver en el tiempo a través de una canción, pero debes estar consciente de los riesgos, efectos secundarios y daños colaterales de viajar en el tiempo. Hay una canción que siempre me lleva a ti. Cuando quiero estar contigo escucho una canción.
No tengo un amplio catálogo, pero tengo una lista de canciones que me recuerdan quién soy, dónde estuve y todo lo que fui. El camino de regreso a mí está lleno de canciones.
Tengo problemas de memoria a corto plazo, pero todo lo recuerdo con música y café.
Una canción para guardarlo todo, una canción que no me recuerde a nadie, eso quiero.