Nereida
Me dijo que tendría que escribir sobre la maresía, el escozor de la sal en los labios, la geografía de los acantilados, la cresta de la ola que se rompe, la roca que la espuma devela al disolverse.
Se acercó a mi oído, y susurró la brisa del mar más profundo, el murmullo de una caracola, el canto de una sirena.
Cerré los ojos, y me dejé llevar por la corriente.
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