Cuero vegano: zapatos hechos de uvas y bolsos de hongos
El “cuero alternativo” se está volviendo cada vez más popular gracias a un impulso hacia una moda más sostenible.
¿Alguna vez usarías zapatos hechos de “cuero de uva”? ¿O guantes en “piel de cactus”? ¿Qué tal una chaqueta de “cuero de kombucha” y una bolsa de “cuero de champiñón”?
Con el impulso hacia una moda más sostenible, el floreciente mundo de los “cueros alternativos” libres de animales se está volviendo cada vez más común. El mes pasado se vio el lanzamiento de la nueva marca de zapatillas deportivas sostenibles Lerins, del fundador de Dune, Daniel Rubin, que incluye zapatos de 130 libras esterlinas hechos con un material similar al cuero creado a partir de pieles de uvas sobrantes de la elaboración del vino.
El llamado “cuero de origen vegetal” promete grandes beneficios para el planeta. Lerins no solo está reciclando un flujo de desechos existente (como también es el caso de los “cueros” hechos de manzanas, plátanos y piñas), sino que también se está desconectando de la industria ganadera y, al hacerlo, evita los problemas de las emisiones de gases de efecto invernadero, la deforestación y bienestar animal.
Lerins se une a un número creciente de marcas que trabajan con alternativas de cuero de origen vegetal, entre ellas Allbirds, Hermès, Reformation y Stella McCartney.
Surgen más alternativas al cuero de base animal
Y no es solo el “cuero a base de plantas” lo que está llamando la atención. Esta semana, Leonardo DiCaprio y Kering, empresa matriz de marcas de moda como Gucci, Saint Laurent y Balenciaga, invirtieron sumas “significativas” en VitroLabs, una startup de cuero cultivada en laboratorio de California.
El proceso de producción de cuero en laboratorio implica el cultivo de células madre para replicar pieles de animales, por lo que se espera que el cuero sea tan fuerte y duradero como el cuero convencional.
“Estamos en un punto de inflexión”, dice la periodista y autora estadounidense Dana Thomas. “Cuando escribí Fashionopolis (en 2019, cubriendo el futuro de la moda sostenible), esto estaba en la fase de prueba, ahora se está implementando comercialmente, es emocionante ver que sucede”.
En agosto, Stella McCartney lanzará zapatos y bolsos de cuero de uva y, a finales de este año, un bolso de cuero de hongo, hecho de micelio, la estructura de la raíz de los hongos. Los primeros zapatos de cuero vegetal de Allbirds, hechos con aceite vegetal y caucho natural, se esperan “a su debido tiempo”.
Nicole Rawling, directora ejecutiva de Material Innovation Initiative, una organización benéfica con sede en California, que reúne a marcas, científicos e inversores para acelerar esta próxima generación de materiales libres de animales, dice que el año pasado se recaudaron 980 millones de dólares para telas que reemplazan las telas de origen animal (incluidas la seda y la lana).
Sin embargo, está resultando difícil que las alternativas de cuero a base de plantas compitan con la durabilidad del cuero bovino, lo cual es problemático si afecta la vida útil de un producto. Por ejemplo, zapatos a base de plantas, dice la Dra. Laetitia Forst, investigadora postdoctoral de moda sostenible en la Universidad de las Artes de Londres. “Incluso si su impacto inicial es menor, si tiene que reemplazarlos cada año en lugar de cada 10 años, su impacto general será mucho mayor”.
La solución, hasta ahora, ha sido –controvertidamente– plástica. Muchas de estas alternativas de cuero utilizan un recubrimiento de poliuretano (PU) para mejorar la durabilidad. (Tanto McCartney como Lerins trabajan con la empresa de biomateriales Vegea, que utiliza un poliuretano a base de agua y dice que es “el poliuretano disponible más responsable con el medio ambiente”; Allbirds afirma que su “cuero vegetal” es 100% libre de plástico).
“Si combina materiales naturales y sintéticos, habrá problemas en la etapa final de la vida”, dice Philippa Grogan de Eco-Age. “Los plásticos comprometerán la biodegradabilidad de un producto”.
No hay duda de que la industria del cuero a base de plantas quiere resolver este problema: “Nadie está feliz de tener productos petroquímicos en sus productos”, dice Rawling. Es optimista de que la competencia obligará a las empresas a desarrollar soluciones más sostenibles.
https://futuroverde.org
Facebook: mifuturoverde
Instagram: MiFuturoVerde
Este texto apareció originalmente en The Guardian, puedes ver el original en inglés aquí.
Fuente The Guardian
Traducido por Mónica Gálvez
Fotografía: lerinslondon/Facebook
Etiquetas: Edición 117