Día Mundial de los Océanos 8 de Junio
Probablemente a todos nos hechizan los océanos. Ya sea sentarnos a contemplar el mar desde la orilla o sumergirnos en sus profundidades. Los océanos son tan importantes empezando porque representan el 70% de nuestro planeta, pudiéndolo llamar un planeta azul. Llenamos nuestros pulmones de aire, la actividad más esencial de nuestro cuerpo humano, y el 50% de ese oxígeno viene del mar. A su vez, los océanos absorben alrededor del 30% del dióxido de carbono producido por nosotros, disminuyendo los impactos del calentamiento global. Los océanos son como el corazón del planeta, que bombea oxígeno y agua a otros lugares de la tierra.
Los océanos albergan la mayor parte de la biodiversidad del planeta, con 200,000 especies identificadas, incrementando este número constantemente con nuevos descubrimientos. Dentro de esta lista de especies se incluyen algunas de importancia comercial, de las cuales se obtiene la proteína para alimentar más de mil millones de personas en todo el mundo. Albergan los arrecifes quienes nos protegen de tormentas y huracanes, frenando su fuerza, e incluso obtenemos medicinas del estudio de especies que viven en este inmenso mar. En el mundo más de 3,000 millones de personas dependen de la biodiversidad marina y costera para su sustento a través de diversas actividades como la pesca, turismo y otros sectores. A nivel mundial el valor de mercado de los recursos marinos y costeros, y su industria, se estima en $3 billones por año, que se traduce en un 5% del producto interno bruto (PIB) mundial. En lugares como Quintana Roo el océano resulta la base de nuestra economía, de donde se desprenden millones de trabajos relacionados con el mar y el arrecife, desde disfrutar de la playa a la orilla del mar hasta bucear con especies magníficas como el tiburón toro.
Hoy en día hemos tomado más de los océanos de lo que debíamos, poniendo en juego nuestra propia sobrevivencia. Los arrecifes saludables han disminuido en un 50% y especies de importancia como los peces han sido mermadas por pesca furtiva y otros artes de pesca industriales, en casi un 90%. Esto ha puesto los esfuerzos de conservación enfocados en restaurar el equilibrio del océano, por lo que el tema de este año 2022 para este Día Mundial de los Océanos es “Revitalización: Acción Colectiva por el Océano”. Con esto debemos entender que es responsabilidad de todos contribuir a océanos más sanos, que sigan funcionando para la biodiversidad marina y proveyéndonos de todos los servicios ecosistémicos de los cuales dependemos.
Se ha hablado por muchos años ya de la sostenibilidad, sin embargo, hemos fracasado en llevar este concepto a la práctica. El objetivo 14 de Desarrollo Sostenible se enfoca en conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los
recursos marinos. Nos invita urgentemente a gestionar todos estos recursos de forma adecuada para asegurar el futuro de las generaciones de hoy en día y las que vienen detrás de nosotros. En la actualidad hemos contribuido al deterioro de los océanos, contaminando nuestras aguas costeras, provocando un aumento en las macroalgas que crecen sobre los corales sofocándolos. Nuestro uso desmedido de la energía contribuye al cambio climático y acidificación de los océanos, teniendo un efecto en el funcionamiento de los ecosistemas y en las pesquerías de pequeña escala.
Las Áreas Marinas Protegidas contribuyen a la reducción de la pobreza al aumentar las capturas de peces de forma artesanal y los ingresos, crear nuevos empleos, mejorar la salud y empoderar a las mujeres. El aumento de los niveles de desechos en los mares y océanos del mundo está teniendo un impacto económico importante y creciente. Los recursos marinos son especialmente importantes para las personas que viven en las comunidades costeras, que representaban el 37 % de la población mundial según datos del 2010.
Una vez más, el futuro de los océanos está en nuestras manos. Debemos pensar en nuestro consumo de energía y reducir nuestra huella de carbono, con acciones simples como desconectar aparatos del hogar y cambiar los focos por unos ahorradores de electricidad. Cuando nos alimentemos, es nuestro deber respetar las vedas y preguntar de dónde provienen nuestros mariscos y pescados, escogiendo aquellos que vengan de una pesca sustentable. Así mismo, no fomentar la compra-venta de especies como estrellas de mar o coral que pertenecen a los océanos y no son decoración de nuestras casas. Los plásticos de un solo uso deben
de desaparecer de nuestros hábitos, no sólo reducirlos. Si salimos a pasear a la playa o nadar en el mar, podemos recoger la basura que encontremos, aunque no sea nuestra, pero es nuestro hogar el que queremos ver limpio y mejorado, y de esta forma puedes incentivar a tu comunidad a respetar los alrededores. Cuando viajes a través de los océanos escoge empresas turísticas responsables y sustentables. Y por último es tu obligación informarte y compartir sobre temas marinos también puedes apoyar a diversas organizaciones trabajando para su conservación, como Healthy Reefs for Healthy People, donde puedes encontrar mucha información útil sobre el Arrecife Mesoamericano y su biodiversidad.
Por unos océanos saludables, planeta saludable y comunidades saludables. Los océanos nos conectan a todos, sin importar dónde vivamos. La salud de todos nosotros depende de océanos limpios y productivos. Como seres humanos debemos responsabilizarnos de cuidarlos, así como ellos nos cuidan a nosotros.
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Por: M. en C. Marisol Rueda Flores
Etiquetas: Edición 117