La Salud del Arrecife Mesoamericano 2022
El Arrecife Mesoamericano (SAM) es nuestro patio delantero en Quintana Roo. Tenemos la dicha de gozarlo todos los días, ya sea sólo al caminar por las playas, que se forman gracias a los corales y algunos peces como los peces loro, o salir a hacer snorkel o buceo para estar más en contacto con este gran ecosistema.
Durante la pandemia 2020 pensamos que sería suficiente tiempo para darle un descanso a este gran recurso marino con el que contamos, pero desafortunadamente no fue así.
La Iniciativa Arrecifes Saludables para Gente Saludable (HRI por sus siglas en inglés), realiza un monitoreo completo del Arrecife Mesoamericano, donde medimos cobertura de corales, cobertura de macroalgas, biomasa de peces comerciales (pargos y meros), y biomasa de peces herbívoros (cirujanos y peces loro), cada 2 años. Durante el 2020 nos fue imposible realizar este monitoreo debido a la pandemia, sin embargo, en 2021 retomamos estas actividades de la mano de otras organizaciones socias que colaboran con nosotros en los 4 países Mesoamericanos (México, Belice, Guatemala y Honduras). Este noviembre 2022 lanzamos el Reporte de la Salud del Arrecife Mesoamericano 2022 (visita www.healthyreefs.org para su descarga), que se generó con estos datos recolectados en 2021 y con la colaboración de más de 74 organizaciones socias de todos los sectores (privado, gobierno, organizaciones de la sociedad civil, y academia).
El hallazgo del que partimos fue que el Índice de Salud Arrecifal (ISA), cayó a un puntaje malo (2.3) en referencia a los anteriores reportes, y regresando a tener una mala salud arrecifal para el SAM como se reportó la primera vez en 2006. Se estudiaron 234 sitios, de los cuales 44% están en una condición ‘Mala’ de salud y los sitios en estado ‘Crítico’ se han duplicado desde el último reporte, siendo ahora el 31%.
En México, solo un sitio se clasificó como ‘Muy Bueno’ en Cozumel. Este sitio ha estado completamente protegido durante décadas. La biomasa de meros y pargos es cinco veces mayor que el promedio regional. Solo 12 sitios (5%) se encontraron en ‘Buenas’ condiciones en todo el SAM. México obtuvo la puntuación más alta con un ISA ‘Regular’, únicamente debido a Cozumel.
En todo el SAM, la biomasa de meros y pargos se redujo drásticamente, encontrando muy pocos peces de tamaño grande, que se puedan reproducir, para que estas especies permanezcan y sigan siendo objeto de pesca sustentable. Aunque tenemos Áreas Marinas Protegidas, algunas actividades de extracción son permitidas en algunas de ellas, y sólo el 2.6% del mar está realmente protegido de la pesca de todo tipo.
A pesar de mantener una cobertura de coral estable, las principales especies constructoras de arrecifes, como corales cerebro y pilares, han disminuido un 44% durante la última década, reduciendo a su vez la acumulación de carbonatos, la protección costera y la resiliencia de los arrecifes. El brote actual de la enfermedad de pérdida de tejido en corales duros (síndrome blanco) ha diezmado especies críticas de corales constructores del arrecife, reduciendo la complejidad del hábitat y la producción de carbonato. Probablemente es la perturbación más letal en el Caribe.
Hay muchas cosas que podemos hacer para frenar la pérdida de nuestro Arrecife Mesoamericano, que a su vez es nuestro sustento económico principal, debido a todas las actividades turísticas que se desarrollan alrededor de él, su importancia como fuente alimenticia, protección de costas e incluso investigación para la medicina.
Los gobiernos deben proteger totalmente de la pesca comercial el 20% del mar, para asegurar que las especies puedan sobrevivir y hacer un uso sustentable de las mismas. Las aguas residuales es uno de los grandes problemas que enfrentamos, ya que estas aguas mal o nulamente tratadas regresan a nuestros acuíferos y a nuestros mares llevando altas concentraciones de contaminantes, fosfatos y nitratos, que contaminan el agua, propician enfermedades y a su vez alimentan a las macroalgas que compiten por espacio con los corales.
Todos los gobiernos y empresas de los países Mesoamericanos deben instalar nuevas plantas de tratamiento de agua con tecnologías adecuadas para estas aguas azules Caribeñas, así como mejorar las existentes, para una población que crece sin control. La segunda amenaza que enfrentamos es el desarrollo costero masivo con daños irreparables. Éste debe frenarse, ya que ocasiona pérdida de dunas costeras, manglares, contaminación, y todo esto está estrechamente ligado a la salud del arrecife del cual nuestra mera existencia depende de ella. Gobiernos y comunidades deben priorizar el verdadero desarrollo sustentable, evitando la tala de selva y manglares, y la contaminación de cenotes (nuestro acuífero) que a su vez están conectados a nuestro mar.
Por último, todos estamos enfrentando la crisis de cambio climático. Necesitamos reducir nuestra huella de carbono, y eso sólo lo podemos hacer al cambiar nuestros hábitos de consumo. Debemos evitar el consumo de carne roja, la moda rápida, los plásticos de un solo uso y los combustibles fósiles. Tenemos que pensar en nuestro consumo energético, la producción de nuestros alimentos (de dónde vienen y cómo se transportan), y el consumo de agua (muchas zonas de México ya sufren de esta crisis por falta de agua). Quintana Roo tiene una de las reservas más grandes de agua del país, pero hoy está en juego debido a la contaminación y construcción masiva. Nosotros como ciudadanos tenemos la obligación y el derecho de elegir un medio ambiente sano e instar a nuestros gobiernos a que este derecho se salvaguarde.
www.healthyreefs.org
Por: M. en C. Marisol Rueda Flores
Etiquetas: Edición 123