Día Internacional de la Madre Tierra

La proclamación del 22 de abril como Día Internacional de la Madre Tierra supone el reconocimiento de que la Tierra y sus ecosistemas nos proporcionan la vida y el sustento a lo largo de nuestra existencia. También reconoce la responsabilidad que nos corresponde, como se expone en la Declaración de Río de 1992, de promover la armonía con la naturaleza y la Tierra a fin de alcanzar un justo equilibrio entre las necesidades económicas, sociales y ambientales de las generaciones presentes y futuras.

El Día Internacional de la Madre Tierra es un día celebrado en muchos países el 22 de abril. Su promotor, el senador estadounidense Gaylord Nelson, instauró este día para crear una conciencia común a los problemas de la sobrepoblación, la producción de contaminación, la conservación de la biodiversidad y otras preocupaciones ambientales para proteger la Tierra.

Su origen se remonta a 1970, en donde surgieron las primeras protestas estadounidenses contra la contaminación del aire debido al gas emitido por el uso masivo de los vehículos y el funcionamiento ineficiente e irresponsable de las industrias. En pocas palabras, la protección del medio ambiente no era una prioridad en la agenda política.

Dos años después, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano de 1972, celebrada en Estocolmo, sentó las bases de la toma de conciencia mundial sobre la relación de interdependencia entre los seres humanos, otros seres vivos y nuestro planeta. Así mismo, se estableció el 5 de junio como el Día Mundial del Medio Ambiente y se creó el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la agencia de la ONU encargada de establecer la agenda ambiental a nivel global, promover la implementación coherente de la dimensión ambiental del desarrollo sostenible en el sistema de las Naciones Unidas y actuar como un defensor autorizado del medio ambiente.

Esta conciencia sobre el medio ambiente creció y el movimiento se globalizó, especialmente durante los años noventa, con más de 140 países uniéndose a la iniciativa del Día de la Tierra a través de diferentes plataformas ambientales.

En 1992, más de 178 países firmaron la Agenda 21, la Declaración sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo y la Declaración de Principios para la Gestión Sostenible de los Bosques en la “Cumbre de la Tierra”, celebrada en Río de Janeiro (Brasil). Desde entonces, todos los esfuerzos por crear conciencia medioambiental crecieron exponencialmente: la Cumbre de la Tierra de Johannesburgo en 2002; la Declaración en 2008 del Año Internacional de la Tierra; la declaración oficial de la ONU del Día Internacional de la Madre Tierra, aliándose con otras plataformas que celebraban el Día de la Tierra; Río+20, donde se elaboró un documento que contenía medidas y prácticas para implementar un desarrollo sostenible; o las más recientes, como la Cumbre del Clima o la COP25, ambas enfocadas al cumplimiento del Acuerdo de París elaborado en 2015.

En este día es cuando de alguna manera todo el mundo toma conciencia de que tenemos que celebrar y cuidar el planeta. Es una fecha a modo de recordatorio de que todos hemos de poner de nuestra parte para que el planeta siga adelante. El cambio climático es un hecho, de modo que aunque para muchos líderes políticos pareciera que el problema les queda algo lejano, este es el día en el que también a ellos les llegue el aviso de que es momento de cambiar y de hacer algo por el cuidado de comunidades enteras, animales y personas de todo el mundo.

Como sucede cada año, más de 1,000 millones de personas en 190 países participan en este Día de la Tierra. Ciudades como San Francisco, San Juan, Bruselas, Moscú o Marrakech, se «visten de verde» en manifestaciones por la Tierra y en diferentes actos, como los ciudadanos que plantan árboles, limpian sus comunidades y contactan con sus representantes políticos en defensa del medio ambiente.

Nosotros mismos, y al margen de sumarnos a los actos que se organizan en todos los países y en nuestra ciudad, podemos celebrar el día de la Tierra de una forma ecológica y de manera particular.

¿Qué podemos hacer?

• Recomendar a un amigo que cambie de las lámparas incandescentes por lámparas de bajo consumo.
• Platicar sobre los beneficios de las energías renovables, y lo malas que son las energías fósiles para nuestro mundo.
• Aconsejar a todos que por un día, se desconecten del Internet y que reduzcan considerablemente el uso de electricidad.
• Otra idea es plantar un árbol, e invitar a nuestros amigos a hacer lo mismo.
• Enseñar a los niños a apreciar y a cuidar a la naturaleza; sobre la importancia de la biodiversidad.
• Reciclar, y alentar a nuestros amigos a que también lo hagan.
• Calcula tu huella de Carbono. Con la ayuda de un calculador de carbono podrás conocer cuál es tu contribución personal al calentamiento global y de este modo, poner remedio y reducir tu propia contaminación.
• Siempre que se pueda, se ha de evitar utilizar transportes que contaminen. Es mejor usar la bicicleta o caminar para ir a lugares cercanos.
• También puedes optar por cambiar tus productos de limpieza ya que estos cuentan con muchos componentes químicos. Puedes comprarlos biodegradables o hacer tus propios productos.
• Podemos intentar también nuevos hábitos en nuestra alimentación, dejar de comer carne y otros derivados, así como alimentos procesados y probar la comida vegetariana.
• Haz que todos los días sean el día de la Tierra. Para ello, nada mejor que comprometerte a cuidar a diario de tu planeta. A veces las pequeñas acciones de todos juntos son las que dan pie a los grandes cambios.

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