Cumbre para la Transformación de la Educación
El 19 de septiembre se llevará a cabo en Nueva York la Cumbre para la Transformación de la Educación (TES) convocada por las Naciones Unidas. La misma pretende movilizar la ambición política, la acción, las soluciones y la solidaridad para transformar la educación: hacer un balance de los esfuerzos para recuperar las pérdidas de aprendizaje relacionadas con la pandemia; reimaginar los sistemas educativos para el mundo de hoy y de mañana; y revitalizar los esfuerzos nacionales y mundiales para garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad para promover oportunidades de aprendizaje para todos.
Previo a la Cumbre se reunieron en la Sede de la UNESCO en París más de 150 ministros de Educación y cerca de 2,000 participantes para debatir sobre la transformación de la educación, inspirados por el llamamiento de los jóvenes a la acción.
En esta reunión se propuso abordar tanto la pérdida de educación como los profundos defectos estructurales de que adolecen los sistemas de educación de todo el mundo. Cuando queda por recorrer la mitad del camino hasta la fecha límite de 2030 para cumplir el Objetivo de Desarrollo Sostenible en materia de educación, los participantes se mostraron firmes y subrayaron que el mundo no solo debe retomar el camino, sino transformar la educación desde la base.
Dirigentes políticos, numerosos jóvenes activistas, expertos y representantes de la sociedad civil y del sector privado se centraron en los ejes claves de la inclusividad, la calidad del aprendizaje, la función de los docentes, la conectividad digital y una financiación adecuada e innovadora.
La Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay, dio la voz de alarma sobre la crisis mundial de la educación, señalando que sus raíces profundas son anteriores a la pandemia: “A principios de 2020, antes de la pandemia, 259 millones de niños no estaban escolarizados, esto es, una sexta parte de la población mundial de ese grupo de edad. Y había más de 770 millones de adultos que no sabían leer ni escribir, dos tercios de los cuales eran mujeres, lo que refleja la persistencia de las desigualdades. Pero esta situación se ha agravado con la pandemia”.
Dirigiéndose a una sala repleta de responsables de adoptar decisiones, la representante de los jóvenes en el CDAN, Kenisha Arora, defendió que la educación es la base del cambio: “Cuando se imparte educación a las personas, la sociedad se transforma. La alfabetización financiera pasa a ser libertad financiera y desarrollo económico. La alfabetización digital se convierte en transformación digital. La alfabetización climática se convierte en acción climática”.
En los diálogos se trataron las estrategias para garantizar el aprendizaje digital y ampliar la conectividad, a raíz de la dependencia de la tecnología experimentada durante la pandemia de COVID19 que puso aún más de manifiesto las desigualdades. Solo en el África Subsahariana, el 43 % de la población tiene acceso a Internet. Los países compartieron las iniciativas que se están llevando a cabo para crear sistemas escolares resilientes a las crisis mediante el suministro de dispositivos en Egipto, Etiopía, Ghana, Kenya, el Senegal y Sudáfrica, así como mediante el desarrollo de aplicaciones de alfabetización que precisan pocos recursos.
También se reconoció que el apoyo a los docentes para que pasen a ser facilitadores y guías de una nueva forma de aprendizaje constituye un imperativo para reimaginar los sistemas educativos. Los diálogos hicieron hincapié en la mejora de los fundamentos
del aprendizaje y en la cuestión del aprendizaje permanente, pasando por todo el espectro de necesidades y prioridades educativas. En América Latina y el Caribe, la atención se ha centrado en la recuperación del aprendizaje, que incluye la reintegración de los niños y jóvenes que han abandonado la escuela o no están escolarizados, el establecimiento de sistemas de alerta temprana para ayudar e identificar a los educandos en situación de riesgo y el desarrollo de políticas para atender a las personas que no han concluido su escolaridad.
La financiación de la educación está en crisis desde hace mucho tiempo, y este fue un ámbito calificado de urgente en todos los diálogos, agravado por los costes adicionales de la pérdida de aprendizaje. Se instó a los responsables de la adopción de decisiones a movilizar una mayor inversión en educación de todas las fuentes posibles y se pidió a los donantes y a los bancos multilaterales de desarrollo que ayudaran a poner en marcha el mecanismo internacional de financiación de la educación a tiempo para la Cumbre.
Para obtener más información, visita el
sitio web de la Cumbre de Transformación de la Educación.
Fuente: www.un.org
Etiquetas: Edición 120