Lucía Zverko Courtaux

Soñadora, creativa, hacedora incansable, Lucía es capaz de dar todo de ella y hacer lo que haga falta para lograr lo que se propone.

Nacida en la Ciudad de México, hija de padres argentinos exiliados, de pequeña vivió algunos años en la Habana y cuando tenía 5 años, y volvió la Democracia a la Argentina, regresaron. “A partir de ahí empiezan mis recuerdos, no se si porque era chiquita o porque prefirió mi mente olvidar los años de exilio. Pero con mucho amor atesoro esa época en la que México y Cuba nos cuidaron. Ya en argentina apareció la familia, los primos, los amigos del barrio... Siempre fui muy salvaje, me gustaba jugar a todo, trepar techos, jugar rudo, pero también amaba a mis muñecas y rescataba todo peluche o muñeco abandonado que me topaba. De chica tuve algo con el desamparo y ayudar y dar cobijo a quienes lo necesitaran”.

Cuando terminó la Prepa Lucía aún no tenía idea qué quería estudiar. Hizo varios talleres de teatro en el Teatro San Martín de Buenos Aires, Argentina. También probó con carreras más convencionales como Psicología, Contaduría, Derecho y Antropología, pero todas las abandonó al año o dos, hasta que entendió que lo suyo era el teatro y ahí sí ¡se recibió!

Llegó a Playa del Carmen en diciembre de 1998, aunque ya desde el año 94 venía a visitar a su papá y a su hermana que vivían aquí. “En el 2000 me fui a estudiar Teatro a Bs. As., y los siguientes 4 años trabajaba aquí en el verano y con lo que ahorraba me pagaba la escuela de teatro. Así que me siento playense desde aquellos tiempos. Llegué con 20 añitos, crecí con Playa, y la verdad siempre nos mudamos mucho, desde que nací, en ningún lado viví tanto como aquí, así que para mí es mi barrio, mi hogar. Me gusta el estilo de vida desenfadado que tenemos, el calor, la naturaleza y que haya gente de todos lados. Además de una energía especial que tiene este lugar. Para mí es un cuarzo, un chakra del mundo, donde todo puede ocurrir”.

Como buena artista y teatrera pudo crecer en su faceta de producción y, como bien dice Lucía: “hay que hacer que las cosas ocurran”. Las primeras cosas oficiales que hice fue una exposición de arte que se llamaba Exporádica. Y ahí me di cuenta que era buena. Luego produje las Obras de Teatro escolar de los colegios donde daba clases. Posteriormente nació Pura Luz Producciones, creamos Paradójicas mentes I y II, y ya con Matilde Altomaro me sumé a producir el Festival Ekinoxio de Artes Escénicas. Producir es hacer, encontrar la manera de lograrlo, y yo soy buena haciendo”.

Cuando comenzó a estudiar teatro formalmente, en el año 2000, tuvo la oportunidar de conocer la obra Shakespeare Vs. Shakespeare que un compañero la presentaba como su tesis, y se enamoró de inmediato de esa fusión que se le hacía una genialidad. “Hace dos años decidí que quería usar mis ahorros en hacer un Shakespeare, y sabía que el guión tenía que ser ese. Busqué el contacto de Eduardo Peduto, que es el escritor original, y le pedí los derechos para hacer una adaptación, muy generosamente y lleno de alegría me los dio. Una vez que tuve el guion en la mano empecé la adaptación, saqué escenas y personajes, agregué otros. Pero todo con los textos originales de estas dos Obras. En escena no se dice una sola palabra que no haya escrito Shakespeare”.

La obra es una fusión de dos clásicos de Shakespeare: Ricardo III y Hamlet. Así que tiene las pasiones de ambas: deseo, ambición, traición, amor, locura, dolor, batallas. Acompañado de una banda sonora espectacular y unos videos increíbles que ayudan a crear la atmósfera necesaria.

Shakespeare Vs. Shakesperare, que se estrenó en enero 2020 en Playa del Carmen, con 9 exitosas funciones en Inti Beach, llegó al Teatro de la Ciudad en 2021 con dos funciones, una que se realizó exitosamente el 11 de junio y la próxima que se llevará a cabo el 17 de julio.

“Buscar a las personas fue un proceso perfecto y fluido, la mayoría aceptaron enseguida. Primero convoqué a Rubén Salazar como Ricardo y a Mati Altomaro como directora. Luego a Antonio Guerrero, Erick Sánchez, Lucía Schvartzman, y Guille Prat, que tanto la música como el video son producto de su talento. Y los que aparecieron por casting resultaron un regalo del cielo: Nico Gallo que es Hamlet, Virginia Valencia, y Mateo Blesio Caldo que, además de actuar, es parte fundamental de Pura Luz Producciones. En esta temporada se unieron Juan Peñaloza, Pablo Neyra y Manuel García, y resultaron también maravillosos. Y Candela Fanin, que es la backstage manager y que también es una súper salvavidas cuando estamos en llamas en escena. Somos un equipo hermoso, serio y responsable, de 15 personalidades distintas, pero también divertidos y amorosos. Todos y todas adoptamos este proyecto y damos lo mejor de nosotros, y esa es la receta clave para cualquier trabajo en equipo.Yo estoy agradecida y enamorada de quienes somos”.

Lucía Sverko, además de ser la productora, es la Reina Ana, la Madre de Hamlet, en la obra. “Fue un reto encontrar una reina en mí, jajaja, y además lograr justificar a mi personaje y las decisiones que toma. No fue fácil, pero ahí seguimos, Ana y yo, encontrándonos y madurando”.

“La próxima función, que es en el marco de la convocatoria Cultura Resiliente generada por IMCAS, será el sábado 17 de julio a las 9 pm en el Teatro de la Ciudad, y es con entrada libre y gratuita. Estamos presentando una producción hermosa y profesional, digna de Shakespeare, del Teatro de la Ciudad, del público y de nosotros mismos. Así que estoy satisfecha y feliz con el resultado de nuestro trabajo”.

Facebook: Shakespeare-vs-Shakespeare

Instagram: @shakespeare.vs.shakespeare

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“Lo que alimenta mi alma es sin duda el Teatro. Las almas creativas debemos crear, si no nos marchitamos por dentro”.

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