Toda la verdad sobre hacer ejercicio y sudar

La piel tiene un papel fundamental en la termorregulación del organismo. Se suda más al hacer ejercicio porque la temperatura corporal aumenta y para que se regule, el organismo produce sudor. Cuando se lleva a cabo una actividad intensa, el calor generado en nuestras vísceras y músculos es transferido a la circulación y debe ser eliminado. El mecanismo más importante para ello es la sudoración, que depende tanto de la genética como de la forma física de cada persona. Durante el ejercicio, nuestra frecuencia cardíaca y presión arterial aumentan, lo que provoca más sudor.

Con este calor sofocante, ha llegado el momento de quitar casi todos los metros de tela que antes cubrían nuestro cuerpo y acudir a playas y albercas para sobrevivir al verano. Sin embargo, algunos esperan justo esta época del año para hacer ejercicio y esculpir su cuerpo, pues el clima provoca que tengamos una sudación más intensa. Es por eso que la mayoría de la gente no se queda satisfecha si no sale empapada por litros de sudor del gym, ya que la creencia popular dictamina que cuanto “más sudes, más pierdes”. Pero, ¿y si no fuera cierto?

Resulta que todos estábamos equivocados. La cantidad de sudor no está necesariamente relacionada con la intensidad de tu entrenamiento o con cuántas calorías quemas. Cuando la temperatura corporal aumenta, las glándulas ecrinas secretan el sudor y la evaporación de la humedad de la piel ayuda a que se enfríe. No obstante, la sudoración puede ocurrir por otras razones, como el estrés o el miedo. Este tipo de sudor proviene de las glándulas apocrinas, localizadas principalmente en la axila y la ingle.

El hecho de sudar en mayor o menor cantidad a la hora de hacer ejercicio depende de una serie de factores como: el género (los hombres tienden a sudar más que las mujeres), la edad (los jóvenes sudan más que los mayores), la genética, la temperatura y la humedad. El peso también juega un gran papel, ya que cuanto mayor sea el volumen y grosor de tu cuerpo, generarás más calor.

Otro elemento muy importante es tu condición física. Para sorpresa de muchos, aquellos que están en forma suelen sudar antes y durante el ejercicio y de forma más abundante que los que no tienen forma física. Las investigaciones sugieren que a medida que nuestro nivel de condición física mejora, el sistema de regulación del calor de nuestro cuerpo se vuelve más eficiente, por lo que refresca más rápido y nos permite trabajar más duro.

Sin embargo, no te dejes engañar por la pérdida de peso después de un entrenamiento en el que has “sudado a mares”. Lo que indica tu báscula hace referencia al agua que has perdido, que volverás a ganar cuando te rehidrates al beber y, además, no siempre significa que hayas quemado calorías.

De igual manera, no debemos asumir que un entrenamiento en el que apenas sudamos signifique que no hemos trabajado lo suficiente o quemado las calorías necesarias. En algunos casos, es posible que el sudor se evapore rápidamente debido al aire acondicionado, porque estás haciendo ejercicio cerca de un ventilador o al aire libre en un día ventoso. O simplemente no puedas sudar mucho por una cuestión genética.

Beneficios de sudar durante el ejercicio

El sudor está constituido primariamente por agua, concentraciones de sodio, amoníaco, urea, sales, azúcar y potasio.

1. Te hace más feliz y disminuye el dolor

El ejercicio activa ciertas vías neurológicas que estimulan la producción de endorfinas, hormonas que actúan como analgésicos naturales.

2. Ayuda a sanar las cicatrices

Ha sido comprobado que el sudor es un antibiótico, que mata bacterias y ayuda a sanar heridas más rápidamente.

3. Previene la formación de piedras en los riñones

Sudar puede ser una forma efectiva de expulsar el exceso de sal y retener el calcio en los huesos. Esto limita la acumulación de los mismos en los riñones y en la orina, que es donde se forman las piedras.

4. Libera toxinas

La piel elimina desechos como arsénico, cadmio, plomo o mercurio cuando sudas.

5. Disminuye la temperatura corporal

Cuando haces ejercicio tu cuerpo comienza a sudar a través de la piel para que la temperatura no suba en exceso y puedas mantener niveles altos de energía.

6. Mejora la apariencia de la piel y combate el acné

Durante la sudoración se abren los poros de la piel y salen la suciedad e impurezas de las primeras capas de la epidermis.

7. Estimula el sistema inmunológico

Cuando te ejercitas, incrementa la temperatura de tu cuerpo, sudas y se producen glóbulos blancos, las células encargadas de la defensa del organismo contra sustancias extrañas o agentes infecciosos.

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