¿Detox para la salud?
Ante el panorama por la sindemia que vivimos actualmente, la cual se define como la suma de dos epidemias en una población con interacciones biológicas -COVID19, sobrepeso y obesidad-, se ha acrecentado el interés por fortalecer el sistema inmunitario, pues de este depende cómo el cuerpo enfrentará la COVID19 y las complicaciones derivadas de ella.
Hay que comprender que el sistema inmunitario es una compleja red de células, órganos y tejidos que trabajan en conjunto para defendernos de los microorganismos y sustancias tóxicas que podrían enfermarnos -hongos, parásitos, virus y bacterias- que están presentes en el mundo que nos rodea.
Y aunque el interés por fortalecer nuestro cuerpo no es nuevo, han resurgido con fuerza los métodos para purificarlo y desintoxicarlo con los aclamados programas detox, que distan de ser poco rentables para sus creadores, y a su vez alejados de evidencia científica sólida. Y hago hincapié en estas últimas palabras ya que los defensores de estos programas nos señalan que cuando nuestro organismo llega a un nivel alto de toxinas se debe proveer determinados antioxidantes provenientes de fórmulas específicas para reiniciar al organismo y, por supuesto, esto es logrado solamente con ayunos desintoxicantes, jugos verdes y purgas extremas.
Si bien se ha observado que una respuesta inmune óptima depende de una dieta y nutrición adecuadas para mantener a raya la infección. Por ejemplo, una ingesta suficiente de proteínas es crucial para una producción óptima de anticuerpos. El bajo nivel de micronutrientes, como la vitamina A o el zinc, se ha asociado con un mayor riesgo de infección. Con frecuencia, el estado deficiente de los nutrientes se asocia con la inflamación y el estrés oxidativo, que a su vez pueden afectar el sistema inmunológico y los componentes de la dieta cuentan con capacidad antiinflamatoria y antioxidante especialmente alta, como la vitamina C, vitamina E y fitoquímicos como carotenoides y polifenoles (Iddir M,2020).
En otras palabras, la clave radica en el equilibrio, variedad y aporte específico de acuerdo a las características de cada persona, más que en recetas extremas o periodos específicos para depurar todo lo nocivo que ha entrado en nuestro cuerpo a lo largo de los años. Y aquí es donde aprovecho para hacer énfasis en que no necesitamos depurarnos, desintoxicarnos, limpiarnos, etc., mediante tratamientos o nutrientes específicos, tal vez funcionen más como placebo, pero en realidad no haría un cambio “clean up body”, porque para eso tenemos nuestros órganos (pulmones, riñones e hígado). El compensar los excesos con procesos extremos no nos dará salud, y puede ponerla en riesgo ya que habitualmente los tratamientos de este tipo tienden a ser deficitarios y peligrosos para personas activas físicamente y/o deportistas.
Necesitamos reflexionar que es necesario dejar de buscar soluciones de 1 o 2 semanas que afirmen arreglar los excesos de un año, hay que comprender que los detox son solo un mito, no necesitamos consuelo, ni esperanza para ser químicamente limpios, necesitamos acciones basadas en evidencia, y para ello acudir siempre con un especialista, como un Nutricionista nos ayudará a tomar decisiones certeras y conscientes, en pro de nuestra salud.
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Por: Lic. en Nutrición Oraida Oliva
Presidenta de Fundación Edukan para la Divulgación e Innovación de la Ciencia
Etiquetas: Edición 108