Infecciones Gastrointestinales

Las infecciones gastrointestinales (o gastroenteritis), son enfermedades que atacan el estómago y los intestinos generalmente ocasionadas por bacterias, parásitos y virus. Dentro de los síntomas principales está la diarrea y la deshidratación.

Los niños menores de 5 años y los adultos mayores son los más vulnerables, principalmente en temporada de calor cuando es posible consumir alimentos en descomposición o echados a perder.

La diarrea no es una enfermedad, sino un síntoma causado por una infección que inició por comer alimentos en mal estado, agua contaminada, por intoxicación, antibióticos e inclusive intolerancia a la leche y sus derivados. Se caracteriza por tener más de 4 evacuaciones en 24 horas, las cuales pueden ser blandas, semilíquidas o líquidas. Puede estar acompañada por la sensación de seguir evacuando, dolor abdominal o cólico, movimientos intestinales aumentados, náusea, vómito, poco apetito, fiebre, malestar general y debilidad. Los gérmenes más frecuentemente implicados son las bacterias (fiebre tifoidea, cólera), virus (hepatitis A, rotavirus), hongos o parásitos, la mayoría son transmitidos por agua o alimentos contaminados.

La deshidratación es la principal complicación de estas enfermedades. Se origina por la pérdida de líquidos, sales (electrolitos) y sustancias que en condiciones sanas absorbe el intestino. Las características de deshidratación son: tener mucha sed, ojos hundidos y secos, llanto sin lágrimas, sensación de boca seca, además de que la persona está confundida, decaída y con poca energía. Si presenta calambres y no quiere tomar líquidos, es necesario acudir de inmediato al médico ya que una deshidratación sin tratamiento puede ocasionar la muerte.

Para evitar las enfermedades gastrointestinales, es recomendable no comer en la calle o en puestos, lavarse las manos antes de comer y después de ir al baño, desinfectar frutas y verduras, así como tomar agua hervida o embotellada.

Cuando se presente diarrea, les recomendamos:
• Iniciar la hidratación oral (agua y jugos).
• Evitar lácteos, grasas e irritantes.
• Dieta blanda basada en frutas así como gelatina de agua.
• Reposo y estar en un lugar fresco. Tomar frecuentemente la temperatura corporal.
• Lavarse las manos con agua y jabón antes de tocar cualquier alimento y después de ir al baño.
• No compartir botellas, cubiertos o recipientes mientras dura la infección.
• Si hay fiebre mayor de 38º C, náusea, vómito, evacuaciones con moco, sangre o dolor abdominal acudir inmediatamente al médico.

Clínica Digestiva de la Riviera Maya
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