¿Se está deshidratando?

¿Sabes qué tienen en común tus plantas, tu mascota y tu hijo? Todos necesitan que les des agua para vivir. Las hojas secas y tu perro bebiendo del inodoro son dos señales de que no están recibiendo la cantidad suficiente pero… ¿cómo puedes saber si tu hijo sí?

Los seres humanos perdemos agua al orinar, sudar e incluso respirar. Imagina cuánta puede perder un niño que juega, corre y que no sabe estarse quieto porque es… ¡niño!

Aquí puedes checar un estimado de cuánto líquido necesita según su edad:

Edad Litros Vasos (250 ml)
1 a 3 1 4
4 a 8 1.2 4.5
9 a 12 1.5 6
Más de 13 2 o más 8 a 10

Nota: Su peso, género, estado de salud, dieta, estilo de vida y las condiciones del clima también son otras variables a considerar.

La leche, las verduras y las frutas contienen agua, por lo que una dieta balanceada y una ingesta aproximada de los vasos recomendados pueden asegurar que esté lo suficientemente hidratado.

También te recomendamos:

• Carga una botella de agua simple a donde vayan y ponle otra en su lonchera. • Ten en casa agua fría durante los días calurosos y tibia en esta temporada de frío. • Dale un ligero sabor echándole solamente rodajas de naranja, pepino, piña, fresas u otra fruta. • Si la vas a endulzar, hazlo con stevia natural (hoja seca o extracto). • Sírvela en un vaso llamativo, con sus personajes favoritos y que pueda manipular fácilmente. • Procura tenerla a su alcance, así evitarás que se aguante la sed por no interrumpir su juego. • Antes de su clase deportiva asegúrate que beba 1 vaso de agua, durante la actividad medio y después hasta 2 vasos. • Disminuye los jugos artificiales, refrescos y cualquier bebida azucarada pues favorecen la deshidratación. • Y sobre todo… ¡pon el ejemplo y disfrútala!

¿Por qué el agua es tan importante?

• Es la sustancia más abundante del cuerpo.
• Transporta nutrientes y oxígeno a las células.
• Elimina los desechos de los órganos principales.
• Regula nuestra temperatura corporal.
• Mantiene el volumen de la sangre.
• Lubrica las articulaciones y los tejidos corporales.
¡Y más!

Síntomas de deshidratación

• Orina de color oscuro y olor fuerte.
• Irritabilidad y fatiga.
• Falta de concentración.

Consulta al pediatra si sospechas que la padece o tiene sed excesiva pues podría tratarse de diabetes o una enfermedad hepática.

Finalmente, asegurarte que ingiera suficiente agua no significa obsesionarte con el tema. Los niños son más prácticos e instintivos de lo que creemos.

Por ejemplo: si tiene frío, te va a pedir un suéter; si no, lo rechazará. Lo mismo sucede con el agua, cuando tenga sed, la pedirá o aceptará: así que evita que se convierta en una imposición, castigo o detonante de un berrinche. Recuerda que crearle cualquier hábito requiere paciencia, constancia, ingenio y amor.

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