Terapia de sonido
“Todo se encuentra en estado de vibración. Todo es frecuencia. El sonido puede modificar la estructura molecular y crear forma.”
La Terapia de Sonido o Sonoterapia es una terapia denominada “nueva” pero a la vez es también la más antigua del planeta. Desde que los primeros seres humanos entonaron sonidos vocálicos en la cueva o alrededor del primer fuego, el sonido, la voz, y la música, han jugado un papel vital e imprescindible en su vida cotidiana. La madre del primer bebé seguramente ha entonado o tarareado sonidos para calmar, tranquilizar, hacer dormir, eliminar dolor y transmitir amor y compasión al crío. De hecho, el bebé empieza a escuchar la voz de su madre durante la gestación, el feto puede oír a partir de las 26 semanas (4 ½ meses) del embarazo. Es el primer sentido de los 5 que se completa. Además, el oído está específicamente afinado para recibir las mismas frecuencias del registro de la voz humana, algo totalmente lógico y natural.
¡Toda la creación tiene sonido!
Es así lógico y natural que el sonido, a través de la voz como instrumento primordial y también a través de instrumentos musicales o puramente vibratorios como los cuencos tibetanos o de cuarzo y diapasones, sea la forma más rápida, inmediata y natural para efectuar cambios en el ser humano.
Sabemos que estos cambios provocados por el sonido y la música operan sobre nuestras emociones, estados de ánimo y nuestra mente. Pero aún más importante es que efectúan cambios a nivel físico, algo no tomado en cuenta hasta hace un par de décadas. La vibración y frecuencias del sonido cambian la estructura física de la materia, algo demostrado por la ciencia de la Cimática (Cymatics en inglés, ver cientos de impactantes videos en YouTube). Es decir que la Sonoterapia es la terapia holística más importante que existe, estando todas las demás terapias sujetas a las leyes de vibración y resonancia simpática.
La intención: el sonido es el vehículo que porta la intención y la lleva hasta donde está dirigida. Como cualquier otra terapia, la intención es clave. Sin ella el sonido se expande en todas direcciones desde la fuente. La intención es “el conductor” del vehículo, y se puede dirigir el sonido hacia un órgano físico, un chakra o cuerpo energético, una emoción o un estado psicológico/anímico.
La voz: es el instrumento más importante de todos porque transmite directamente nuestra intención y vibración sin atravesar otro objeto o resonador. También existe una larga lista de instrumentos y herramientas que se pueden emplear para transmitir pura vibración, como los diapasones, cuencos, monocordes…
Instrumentos Chamánicos y Ancestrales:
tambores, sonajas, maracas, didjeridú, harpa de boca, flautas nativas, tambor oceánico, palos de lluvia, etc., son instrumentos que se han usado durante miles de años en diferentes culturas para sanar, tranquilizar y alejar a los ‘malos espíritus’, que ya sabemos son energías ajenas o invasoras. Los mantras son afirmaciones y fórmulas que funcionan a través de la repetición. Es una ciencia ancestral y normalmente en un idioma antiguo como sánscrito, arameo, hebreo, latín y también en chino, japonés, e idiomas africanos o nativos americanos.
La Sonoterapia y Terapia del Sonido, es la aplicación de la voz e instrumentos musicales o vibratorios, con los que se generan determinadas vibraciones, que inciden de forma beneficiosa en nuestro organismo, restaurando y corrigiendo la frecuencia de resonancia correcta, devolviendo de esta manera la salud a nuestras partes enfermas.
Nuestro cuerpo físico es la caja de resonancia de las emociones, los sentimientos, los pensamientos, así como de la conciencia.
La base científica de la Sonoterapia descansa sobre el principio de la “Resonancia en Simpatía”, cuando un objeto vibrante provoca vibraciones en otro objeto.
Todo el universo está en estado de vibración. Esto incluye al cuerpo humano. Cada órgano, hueso, célula y cualquier otra parte del cuerpo (y su campo energético), tiene una razón vibratoria sana.
Si somos incapaces de resonar con una parte de nosotros mismos o de nuestro entorno, resultaremos disonantes o enfermos. Es decir que la frecuencia sana, se cambia a una frecuencia que vibra sin armonía, creando la enfermedad.
A través del sonido, y nuestra propia voz, podemos proyectar a la parte que está enferma, la frecuencia de resonancia correcta, devolviéndola a su frecuencia normal y por lo tanto el equilibrio de nuestra salud.
Cuando nuestro cuerpo entra en contacto con las poderosas vibraciones de los cuencos tibetanos y de cuarzo, notamos cómo mejoran los estados de depresión y angustia, las contracturas musculares, los problemas de visión, los dolores de cabeza, cómo se produce un aumento de defensas en nuestro organismo, cómo mejoran los estados de insomnio, cómo equilibra los procesos hormonales, etc…
Los cuencos de cuarzo, instrumentos que a través de sus vibraciones cristalinas, asociadas al potencial sanador del cuarzo, nos ayudan a generar estados cerebrales de profunda relajación, armonizan y liberan las emociones negativas asentadas en nosotros, nos ayudan a desbloquear cada uno de nuestros órganos, reparan cada una de nuestras células dañadas, dinamizan la circulación sanguínea y corrigen la falta de conexión entre los neurotransmisores cerebrales, y nos ayudan a aumentar la producción de linfocitos T (sistema inmune), entre otros efectos curativos de esta terapia.
Si quieres vivenciar esta experiencia amorosa y sanadora, Nora Jiménez te espera todos los jueves 7.30 pm en la palapa de Lolkatun, Playa del Carmen. También puedes consultarla por terapias particulares al (222) 792 0878.
Etiquetas: Edición 102