Muros con personalidad
Piensa en tu lugar favorito, ¿qué hay en él? ¿Cómo te hace sentir? ¿Qué quisieras tener a diario? Qué bien nos sentimos al estar en un lugar donde todo es lindo, y más cuando refleja nuestra esencia. Todo lo que nos rodea transmite y genera un ambiente del que queremos escapar o quedarnos, pasarla en familia, pareja o amigos, meditar, trabajar o ejercitarnos, por ello la importancia de lo que haya en ese espacio, la luz, texturas, colores, formas y objetos influirán en nuestro sentir y ánimo.
La decoración de cada espacio es sumamente importante y debe de ir adecuada a la energía que se necesita para las actividades que ahí se realizarán. Si queremos descansar no usaremos colores muy brillantes o luces muy fuentes si no, al contrario, aquellos que inciten a la relajación y descanso; a diferencia de si estamos en un jardín donde queremos un ambiente amistoso y vibrante tendremos colores que resalten, activen y brinden armonía. Lo mismo para cada lugar que habitamos, tenemos que adecuarlo para lograr el mejor desempeño de lo que ahí se desarrolle.
Generalmente, lo que nos llama más atención y se nos viene a la mente cuando hablamos de decoración es pensar en los objetos que queremos comprar: el tapete, maceta, muebles, lámparas, mesas, cuadros, espejos, etc., etc., etc., y dejamos de lado el elemento más importante y grande, las paredes.
Los muros son la base donde todo lo que coloquemos lucirá o se apagará al instante, es el elemento más grande y con mayor potencial que hay porque no estamos limitados, es un lienzo en blanco en donde podemos crear absolutamente cualquier cosa que se nos ocurra, las opciones son infinitas y, por supuesto, le darán el toque más especial y único que puedas pensar.
Si bien esto no es algo nuevo porque podrás pensar que siempre se ha hecho, y esto es verdad, por mucho tiempo se le dejó de lado y hasta parecía anticuado. Sin embargo, ahora la tendencia se hizo mucho más fuerte al empezar a pintar murales completos en espacios particulares, ya no sólo en las calles o museos, sino que se volvió tan alcanzable que se puede tener uno en tu propia casa.
Esta vez específicamente hablaré de los mandalas como elemento decorativo para murales. Como inicio quiero explicar qué es y para qué funciona. El mandala viene del budismo e hinduismo, es un diagrama que representa la evolución del universo respecto a un punto central, en sánscrito significa círculo y todo aquello que lo incluye envuelve la misma idea, representa al universo, micro y macrocosmos, la armonía, la totalidad y la estructura, se usa como herramienta terapéutica y para meditación, ya que al crearlo la mente está tan concentrada en expresarse que deja afuera cualquier otro pensamiento alterno.
Aunado a esto está toda la parte del misticismo y espiritualidad que engloba un elemento tan bonito y versátil como lo es un mandala, un círculo donde nuestra totalidad se concentra en crear una imagen que refleja lo que llevamos dentro, la memoria colectiva, nuestras experiencias, anhelos, proyecciones y hasta miedos, con el fin de que al verlo recordemos esa conexión que tenemos con el todo y sepamos que somos parte de él, confía y fluye, suelta que estás seguro.
Por esta razón los mandalas son un excelente decorador para equilibrar ambientes y generar paz y armonía, las formas, colores y tamaños son infinitos ya que se crean al momento, es el alma y la mente expresándose al mismo tiempo, por lo tanto, nunca serán iguales. Y por la misma razón ¿qué espacio no sería apto para uno? La respuesta es, ninguno, por eso los podemos incluir en salas, recibidores, habitaciones, jardines y ¡hasta baños! Sin dejar de lado las oficinas, consultorios, estudios, gimnasios, espacios para meditación y yoga, incluso en la oficina más seria puede estar, la energía que transmiten y provocan en las personas que habitan el lugar de inmediato será equilibrada.
Esto nos hace tener estilos innumerables, desde los más coloridos y grandes hasta los elegantes y discretos, todo es cuestión de armonizar con la decoración actual para que pase a ser un elemento tan destacado o sutil como cada persona lo desee.
Y precisamente a eso me dedico, a pintar el mandala ideal para ti, a sugerirte las opciones que quedan de acuerdo al sitio donde lo quieras poner, ¡y si te animas puedes dejarlo como terapia desestresante para que en cualquier momento tú mismo lo puedas terminar! Incluso para niños es súper útil ya que pueden desarrollar su capacidad motora, creativa y de atención haciendo algo que sepan que es útil y que los animará a realizarlo de la mejor manera.
Entonces, en un mandala se tienen los elementos suficientes para tener un spot especial que puede ir acompañado de más elementos como plantas, cuadros, cortinas, lámparas, con los que jamás se verá sobrecargado o fuera de lugar. Todo será cuestión de tu gusto y el ambiente que quieras crear.
Aquí encontrarás algunas imágenes inspiradoras y de referencia de los estilos y usos que pueden tener los mandalas, además de algunas de mis obras.
Recuerden siempre crear ambientes bellos.
Instagram y Facebook: @decorandoando1
Por: Regina Núñez
Etiquetas: Edición 106