Borox, tratamiento natural para maderas

La madera es el elemento ornamental y estructural más utilizado en el mundo, prácticamente todas nuestras obras y proyectos contienen elementos de madera que le dan un estilo incomparable, conservan una calidez inmejorable y, utilizada en procesos controlados, es un producto renovable. Pero todo tiene su precio, la madera necesita su cuidado, es una fibra natural que tiende a formar parte del ecosistema y es afectada directamente por las condiciones climáticas y seres vivos que se alimentan de la misma. Es por esto que siempre vamos a necesitar tratarla para evitar su degradación y desgaste debido al entorno.

En el mercado hay un sin número de productos para la conservación y protección de la madera, todos ellos fabricados con sustancias sintéticas que contaminan el medio ambiente, tanto en su fabricación como en su aplicación y provocan problemas de salud ya que contienen ingredientes químicos como disruptores endocrinos, cancerígenos o neurotoxinas. Lo mejor que podemos hacer en estos casos es recurrir a la misma naturaleza y utilizar mezclas naturales para proteger la madera, solo debemos saber que “no le gusta” a los insectos y que mantiene “humectada” la madera por largos periodos de tiempo.

Dependiendo de qué uso le vamos a dar, ya sea interior o exterior y dependiendo de qué protección le demos, los agentes degradantes la atacarán en mayor o menor grado. En el exterior los mayores agentes degradantes son atmosféricos, calor, humedad, cambios bruscos de temperatura, sol directo y lluvia, los cuales le abren la puerta a insectos y formación de hongos que atacan directamente en el interior. El tratamiento natural más recomendado y efectivo es el llamado Borox, el cual consiste en una mezcla de agua con extracto de almendras amargas y sal bórica o boracita, que puede ser encontrada en cierto nivel en el agua de mar, en algunas plantas y casi en todos los frutos, que se puede obtener actualmente en tiendas naturistas y comercios especializados en fertilizantes.

La mezcla de Borox ya preparada se tiene que aplicar en la madera cruda, sin aceites ni grasas que impidan su penetración, y simplemente se bañan con una brocha todas las piezas de madera que vayamos a instalar y las dejamos de 24 a 48 horas impregnándose, esto va a proteger las fibras contra la degradación por insectos. Posteriormente vamos a encapsular el tratamiento y aplicamos en todas las maderas tratadas una fina capa de aceite natural de linaza, de esta manera, dejamos retenido el bórax y protegemos contra el envejecimiento nuestras piezas, de la misma manera que protege a nuestra piel una crema de protección solar.

Si lo que buscamos en nuestro proyecto es tener piezas de madera pintadas de colores, la solución es evitar la aplicación del aceite de linaza y en su lugar, después de la aplicación del bórax, colocamos una pintura natural preparada a base de cal, agua y resina de árbol. Esta colada de cal es una simple “pintura” de masilla y para dar color se pueden utilizar minerales de óxido de metal natural. Esta mezcla es completamente respirable además de que su alcalinidad disuade a los escarabajos barrenadores de la madera y a los insectos, por lo que podemos decir que esteriliza la madera y la protege de inclemencias climáticas.

Esta técnica de tratamiento tiene muchísimas ventajas, como la protección contra insectos, hongos y termitas, funciona como retardante de flama, reduce la emisión de sustancias tóxicas previas a su aplicación, funciona como tratamiento de maderas ya atacadas por insectos y, sobre todo, es completamente natural, su proceso de fabricación es casero y no implica ningún riesgo para nuestra salud. Una vez más, la naturaleza usada para adaptarse a la naturaleza.

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Por: Ing. Gabriel Galindo Arias

Grupo 3 Arquitectura + Ingeniería

Etiquetas: Edición 107