Contenedores sustentables

Hoy día el mayor problema ecológico que existe es la sobrepoblación humana, específicamente la satisfacción de las necesidades humanas en todos los niveles. Todo parte del principio básico de que necesitamos de la naturaleza para sobrevivir y al ser cada vez más, la estamos acabando. La manera que existe de detener este consumo de nuestro entorno es utilizar lo que ya hemos transformado, como hemos comentado en muchas ocasiones: reciclar. En tomos anteriores ya hablamos de reciclar materiales para la construcción y decoración de una casa, pero ahora vamos a otro nivel, a algo todavía más grande e importante; reciclar contenedores de carga para transformarlos en viviendas.

Como ya mencionamos el mayor problema del planeta es la sobrepoblación, la principal necesidad de la población es una vivienda y normalmente en los países subdesarrollados, que es donde más concentración de habitantes existe, las viviendas no son dignas y en muchos casos son inexistentes. Una casa común de block y concreto es muy cara para ser financiada por algún programa de gobierno, por eso es que en las comunidades en la selva de Quintana Roo, por ejemplo, la gente se construye sus viviendas con sus propias manos, con recursos de la zona, sin ninguna regulación de seguridad, con la fragilidad de la inexperiencia, sin supervisión de expertos que enseñen y supervisen técnicas que aseguren a las familias en casos de climas extremos.

El uso de contenedores de carga para viviendas es una de las alternativas que actualmente está siendo utilizada mucho por arquitectos en todo el mundo, resolviendo dos tipos de necesidades: por un lado, la vivienda barata para áreas urbanas sobrepobladas o comunidades aisladas que necesitan una vivienda digna y segura; y por el otro, el nuevo diseño contemporáneo eco sustentable que cumple con normas de reciclaje de contenedores y materiales en su uso de bajo impacto ambiental. Seguramente se preguntaran por qué hablamos de un contenedor de acero como un material de bajo impacto ambiental, cuando en realidad su fabricación tiene un alto impacto ambiental. Bien, es verdad, su fabricación es altamente contaminante, ya que se queman hidrocarburos para su transformación y se utiliza mucha energía en el proceso. Pero aquí tenemos que ver una realidad, el mundo moderno se rige de un comercio donde la unidad básica de transporte es el contenedor de carga, por lo que hay millones de contenedores en todo el mundo, además de que en la mayoría de los puertos existe un sobre almacenaje de contenedores debido a que resulta muy costoso regresarlos a sus países de origen, por lo que a las compañías les es más barato comprar uno nuevo que regresar uno vacío. La reutilización de un contenedor como un componente de construcción prefabricado dentro de un diseño arquitectónico ofrece un segundo uso del mismo, aparte de reducir la energía incorporada al proceso de construcción en comparación con otros materiales, debido a que estos contenedores ya se utilizaron para otros propósitos y seguramente por varios años, mientras que los típicos componentes de construcción y materiales son de primer uso, digamos que “nuevos”. Es por esto que podemos considerar al contenedor como un producto sostenible al usarse como vivienda.

Un contenedor genérico mide 40 pies (12 metros) de largo por 8 pies (2.44 metros) de ancho por 8 pies (2.44 metros) de alto, estamos hablando de un área total 29.3 m2. Estos contenedores, diseñados por el arquitecto inglés Malcom McLean, cumplen con todas las normas de seguridad y estructura, ya que resisten todo tipo de clima, movimiento e inclusive embalaje hasta 9 contenedores uno arriba de otro, unidades completamente acoplables unas con otras. Años después el arquitecto estadounidense Nicholas Lacey diseñó por primera vez una vivienda permanente a base de módulos de contenedores. Esta tecnología modular permite reducir los costos de construcción a más de la mitad de la construcción tradicional, además de ser significativamente más amigable con el medio ambiente.

El diseño interior ya depende de la creatividad de los arquitectos, donde pueden cortar paredes para hacer ventanas, hacer divisiones, puertas, etc., y sobre todo forramientos internos con aislamiento térmico como espuma de polipropileno o fibra de vidrio, inclusive hasta paneles de asbesto, para evitar la transferencia de calor y que el interior tenga un clima agradable. Se le pueden hacer las instalaciones tradicionales de drenaje, agua y electricidad. Todo es cuestión de creatividad y conciencia.

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