Los insectos, ¿aliados de la humanidad?
Los insectos constituyen uno de los grupos más diversos y numerosos entre los seres vivos. Habitan en prácticamente todos los ambientes: acuáticos y terrestres, alcanzando su mayor diversidad en las regiones tropicales. Si bien muchas especies de insectos están asociados a la trasmisión de terribles enfermedades como son: dengue, dengue hemorrágico, chikungunya, mal de Chagas, paludismo y muchas otras, son más los aspectos positivos a los que podemos relacionarlos.
Las abejas “Apis melífera” son probablemente las principales polinizadoras de las plantas, sin esta función, la de llevar los granos de polen de una flor a otra, no tendríamos frutos ni semillas de las cuales alimentarnos. Aparte de esta función importantísima producen: miel, propóleo y jalea real de la cual actualmente se está estudiando su efecto curativo para múltiples problemas de salud.
Muchos insectos son comestibles tanto en su etapa adulta como juveniles, larvas o gusanos y desde tiempos inmemorables han sido aprovechados por lo seres humanos como principales fuentes de proteína animal. México posee una gran diversidad de insectos comestibles muy apreciados y con un gran valor proteico y comercial como las hormigas, las chinches, los chapulines y las larvas de varios grupos de coleópteros. Actualmente en muchos restaurantes se sirven platillos gourmet elaborados a base de insectos.
También tenemos insectos cuyos subproductos e inclusive su veneno es utilizado en medicina como, por ejemplo, las picaduras de las abejas ayudan en la circulación de la sangre, las sanguijuelas que no son insectos sino gusanos, ayudan al chupar la sangre de una persona con varices, a que se renueve la sangre y esta fluya más fácilmente por las venas esclerosadas de las personas que tienen este problema.
Así también larvas de la familia Curculionidae se están utilizando para mejorar algunos tipos de cáncer, y hay muchísimo ejemplos más de beneficios de insectos y/o de sus subproductos como la seda que es una secreción de las mariposas de la familia Bombycidae, Bombyx mori que produce metros y metros de hilo de seda para formar los capullos donde las larvas se transformarán en bellísimas mariposas, y que el hombre ha aprendido a utilizar este hilo de seda para tejer las más finas y preciosas telas con las que se fabrican túnicas, pañuelos, mantones, batas y las prendas más finas y costosas.
La grana Cochinilla (Dactylopius coccus), cuyo nombre en náhuatl es nocheztli (Sangre de tunas), son organismos que forman agrupaciones y dan la apariencia de pequeñas bolitas de algodón blanco que crecen sobre las pencas de los nopales y son considerados como una plaga. Sin embargo, los mayas, los aztecas, y otros pueblos mesoamericanos, los conocían muy bien y le daban otro uso, ya que con su sangre, de un color rojo muy intenso, coloreaban sus prendas de vestir. Este colorante obtenido de estos organismos no se deslava ni decolora, siempre mantiene ese color rojo brillante. Se dice que también es utilizado para teñir la tela de la que se elaboran las túnicas de los Cardenales de la iglesia católica. Además se utiliza como colorante para algunos tipos de vinos como el Oporto. En México, en toda la zona central como Zacatecas, San Luis Potosí, Aguascalientes, Durango, se cultivan grandes extensiones de nopales con el único fin de reproducir la grana cochinilla y poder extraer su colorante. Esta es una de las grandes aportaciones culturales y biológicas de México para el mundo.
¿Entonces crees que los insectos son nuestros aliados?
Claro que sí, nuestra vida depende de ellos. Cuidemos nuestro entorno que es la casa común de todos los seres vivos.
¿Te gustaría saber un poco más acerca de cómo las culturas prehispánicas utilizaban a los insectos en aspectos medicinales, en la elaboración de platillos, en aspectos religiosos y hasta aspectos filosóficos? En el libro “Bichos para jugar, comer y soñar; Los insectos en el México prehispánico” el cual puedes descargar con el código QR o en este enlace. Te contamos muchas historias muy hermosas e interesantes sobre estos temas.
Por: Ma. Magdalena Vázquez González
Profesora Investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de Q.Roo
División de Desarrollo Sustentable
Departamento de Ciencias
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