México en el primer enclave de los antiguos pobladores de América

México ha sido reconocido en muchos aspectos por su biodiversidad e historia arqueológica y antropológica, y a nivel mundial es de los países cuna de civilizaciones mundiales como la olmeca, maya o mexica, pero poco se conoce sobre la gran importancia que tiene el territorio en el descubrimiento de osamentas humanas de los primeros pobladores, los primeros humanos que pisaron el continente y lo poblaron. Incluso, para mediados del siglo XX, se consideraba únicamente al territorio del sur de Estados Unidos un sitio importante para la búsqueda y exploración de yacimientos humanos con tales características, pues en esas regiones habían sido encontradas puntas de lanzas pedernales que con su estudio se identificaron con la cultura Clovis (de allí el término de lanzas Clovis), cuya datación por radiocarbono indicó un periodo entre 10,600 y 11, 250 años antes de nuestra era (a.n.e.), clasificándolas como las culturas amerindias más antiguas.

No obstante, las nuevas exploraciones en lugares más tropicales fueron cambiando la historia. En territorio mexicano se han hallado varios vestigios arqueológicos que datan de tiempos más antiguos aún, por ejemplo, los encontrados en el Cedral, en San Luis Potosí, conformados por pedernales y restos de animales con clara evidencia de presencia humana que datan del año 30,000 a.n.e., o el importante hallazgo del hueso sacro de Tequisquiapan, que es considerado como una de las primeras obras de arte en el continente americano, con una datación del año 20,000 a.n.e.

Más al sur de nuestro país, en la región peninsular del sureste de México también se han hallado restos de sumo interés para el entendimiento de las migraciones y poblamientos de los primeros humanos en el continente. Tal es el caso de varias osamentas que han sido encontradas cercanas a la costa este de la península, en el estado de Quintana Roo. Entre ellos se encuentra Naia, que es el nombre que le fue dado a un esqueleto de una joven con una datación de 12,000 a 13,000 años de antigüedad encontrado en el 2007, obteniendo la clasificación de los restos humanos más antiguos hallados en nuestro país. Dentro de los rasgos importantes en esta osamenta están el que incluye la mayor parte de los huesos del cuerpo, el cráneo, además de varios dientes, los cuales se conservaron intactos por varios milenios debajo del agua. Se estima que Naia tenía alrededor de 15 años cuando pudo haber caído en un hoyo a más de 40 metros, que hoy en día es el cenote Hoyo Negro que forma parte del sistema de cavernas Sac Actun. Su osamenta fue encontrada, además, rodeada de varios restos de huesos de animales ya extintos.

Todos estos descubrimientos fueron obtenidos por especialistas, espeleobuzos y estudiosos del INAH, quienes han dado seguimiento a las investigaciones arrojando luz sobre estos restos humanos, que son extremadamente significativos, pues no solo muestran evidencias de los primeros pobladores americanos, su alimentación, sus posibles conductas, sino que además demuestran el potencial paleontológico de la península de Yucatán y, desde luego, la importancia de conservar el patrimonio natural de México, único en el mundo.

Por: M.C. Cristóbal Carrión
Director de Sayab Planetario de Playa del Carmen
www.planetariodeplaya.org

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