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Plutón es considerado un planeta enano
Durante 76 años desde su descubrimiento, Plutón fue considerado el noveno planeta del sistema solar hasta que fue degradado a la categoría de planeta enano.
Fue descubierto en 1930 por el astrónomo estadounidense Clyde Tombaugh en el Observatorio Lowell, y se lo clasificó como un planeta: el más pequeño y lejano del Sol en el sistema solar. Debido a su tamaño, y a que es muy opaco en el cielo, fue muy difícil encontrarlo. A 39 unidades astronómicas del Sol, y con 248 años para completar su órbita alrededor del sol, Plutón también es muy lento, por esto tomó muchos años para pudiera ser identificado por su movimiento.
En las siguientes décadas, los astrónomos encontraron muchos otros objetos similares a Plutón más allá de la órbita de Neptuno. Algunos de estos, como Eris, eran lo suficientemente grandes como para ser calificados también como planetas. Por esta razón, en 2006, la Unión Astronómica Internacional (UAI) decidió redefinir el término “planeta” y degradar a Plutón al estatus de planeta enano.
Según la definición actualizada de la UAI, un cuerpo celeste se considera un planeta si cumple con tres criterios: está en órbita alrededor del Sol; es lo suficientemente grande como para que la gravedad lo haga esférico; y es gravitatoriamente dominante en su propia zona orbital Aunque Plutón orbita alrededor del Sol y tiene forma esférica, no es el objeto más grande de su órbita, ya que esta se cruza con la de Neptuno. Por este motivo, se lo clasifica actualmente como planeta enano.
La silueta blanca en la base de las uñas es un indicador de nuestra salud
La lúnula es la parte blanquecina que suele aparecer en la base de la uña.
Esta silueta blanca en forma de luna, que con frecuencia se destaca más en los pulgares, es en realidad un monitor muy eficaz de algunos de los órganos de nuestro cuerpo.
Se forma principalmente en la raíz de la uña, tiene forma de media luna y suele tener un color más pálido que el color de la placa de la uña.
El color normal de la lúnula es marfil, cuanto más blanca mejor. El cambio de su color, forma y tamaño no solo puede indicar que tienes alguna enfermedad sino también que tienes una predisposición a ella.
La lúnula rosa (o roja) puede indicar actividad física y problemas pulmonares.
Cuando su tono es violeta es un signo de mala circulación sanguínea y falta de oxígeno en órganos y tejidos. Muchas veces esto puede ir acompañado de mareos y dolores de cabeza.Las lunas grises indican gran cansancio, problemas de digestión y probables dificultades en la absorción de nutrientes por parte del organismo.
Las lunas negras son una señal muy peligrosa y no son muy frecuentes. Suele ser un síntoma de intoxicación por metales pesados.
El tamaño también es importante y, dependiendo de cuál dedo de la mano se trate, corresponde a determinadas afecciones:
Lúnula en el meñique debe ser casi invisible o ausente del todo. Está relacionada al funcionamiento de los riñones, el intestino delgado y corazón. Si está aumentada puede hablar de presión sanguínea alta.En el dedo anular responde al trabajo de los sistemas reproductivo y linfático. Si es poco visible puede denotar problemas de metabolismo.
En el dedo medio está relacionada con el funcionamiento del cerebro y el sistema cardiovascular. Su ausencia puede reflejar problemas con los vasos sanguíneos y presión arterial alta.
En el dedo índice puede estar ausente o reducirse mucho a causa del mal funcionamiento del intestino, páncreas o enfermedades crónicas de las vías respiratorias superiores.
En el dedo gordo refleja el funcionamiento de los pulmones y el bazo. Es la más grande de todas y debe ser de un tamaño no mayor al 25% de todo el largo de la uña. Puede reducirse notablemente en las personas que fuman o aumentarse en caso de presión arterial alta.
La mayor parte del oxígeno del mundo es producido por el océano
Los océanos son los verdaderos pulmones del planeta. Generalmente se piensa que lo son las vastas extensiones tropicales, como el Amazonas. Sin embargo, aunque son fundamentales para el planeta, son los océanos los que producen el 50% del oxígeno que respiramos.
Los científicos han establecido que las plantas oceánicas como el fitoplancton, las algas marinas y el plancton, generan oxígeno gracias al proceso de la fotosíntesis, obteniendo su energía a través de transformar el dióxido de carbono y la luz solar en azúcares. En concreto destaca el Prochlorococcus, un tipo de fitoplancton, que es el más abundante del planeta y encargado de generar enormes cantidades que sustentan nuestra atmósfera.
Además de ser parte importante del aporte de oxígeno al planeta, recientes estudios indican que hasta ahora los océanos han capturado alrededor del 40 % del dióxido de carbono emitido por los humanos.
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