Sabías que...
Los delfines tienen memoria a largo plazo
Un estudio de la Universidad de Chicago (EEUU) publicado en Proceedings of the Royal Society B concluye que estos mamíferos acuáticos tienen la memoria social más duradera jamás registrada en especies animales. Concretamente, trabajando con 53 ejemplares de delfines mulares o nariz de botella (Tursiups truncatus), Jason Bruck y sus colegas han demostrado que son capaces de recordar y reconocer el silbido característico de otro delfín con el que han convivido después de que hayan transcurrido más de 20 años sin escucharlo. Y eso es importante teniendo en cuenta que investigaciones recientes revelan que cada delfín desarrolla un silbido único y característico que funciona como un nombre que permite a los demás identificarlos.
Urano fue el primer planeta descubierto con un telescopio
El astrónomo británico William Herschel descubrió accidentalmente en 1781 al planeta Urano. Originariamente se lo llamó Georgium Sidus (Estrella de Jorge) para honrar al rey Jorge III. Más tarde, durante un tiempo lo nombraron Herschel en honor a su descubridor. El nombre Urano, que propuso por vez primera el astrónomo alemán Johann Elert Bode, se comenzó a utilizar a finales del siglo XIX.
Es interesante saber que como no podía obtener los instrumentos adecuados, se construyó sus propios telescopios, los cuales perfeccionó constantemente.
Un año después del descubrimiento fue nombrado astrónomo privado del rey, cargo que le permitió dedicarse totalmente a la astronomía. Instaló un telescopio en Slough (Berkshire) con un espejo de 1,22 m y una distancia focal de 12,2 m, con el cual descubrió dos satélites de Urano y los satélites sexto y séptimo de Saturno. Estudió el periodo de rotación de muchos planetas y el movimiento de las estrellas dobles, de las que catalogó más de 800.
Herschel fue elegido miembro de la Sociedad Real en 1781 y nombrado sir en 1816. Se le considera fundador de la astronomía estelar.
El letrero de Hollywood lo puso una empresa de bienes raíces
Cuando escuchamos la palabra Hollywood nos viene a la mente las estrellas de cine, películas, los premios Oscar y todo lo que se relacione a la industria cinematográfica. Pero seguramente también la imagen del famoso letrero de Hollywood.
Sus letras miden más de trece metros de altura y efectivamente no fue puesto por ningún cineasta o por impulso de la industria cinematográfica de Estados Unidos, sino por una empresa de bienes raíces que tenía la intención de vender ese terreno.
El nombre procede de las palabras inglesas holly (acebo) y wood (bosque), pero originalmente el nombre completo que puso la empresa de bienes raíces era “Hollywoodland”. Años después la industria cinematografía estadounidense convirtió este letrero mundialmente conocido como su ícono. Al quebrar la empresa de bienes raíces, sufrió algunos cambios, pues le quitaron las últimas cuatro letras (“Hollywoodland”) para que quedara: “Hollywood”.
En el espacio los astronautas no pueden llorar
En la Tierra, la fuerza de gravedad atrae los objetos haciendo que las lágrimas generadas en los ojos caigan por nuestras mejillas. Pero los astronautas, al estar en órbita, suelen vivir en ambientes de llamada “micro gravedad”, que sin llegar a ser cero es mucho menor que la de la Tierra. En esta situación deben ingeniárselas para hacer las tareas diarias, ya que las cosas tienden a subir en lugar de bajar. Y en el caso de las lágrimas, en lugar de caer, se van acumulando, por lo que pueden llegar a cubrir la parte inferior de los ojos. Los astronautas sí pueden llorar, aunque deben pensárselo dos veces antes de hacerlo ya que las lágrimas forman ‘bolitas’ que, según indican, pican mucho en los ojos si no las enjuagan rápidamente con una toalla.