Sabías que...
¿Por qué el corazón representa el amor?
El corazón, como bien es sabido por todos, es uno de los órganos más importantes del cuerpo humano. Se encarga de bombear sangre a todo el cuerpo transportando oxígeno a todas las células. Sabiendo eso, ¿por qué durante siglos el corazón se ha atribuido al amor?
La respuesta más lógica es que como al enamorarse el cerebro segrega oxitocina (también llamada la hormona del amor), el corazón se acelera, y antiguamente, sin conocimientos básicos acerca de la fisiología humana, se atribuía al corazón la función del amor. Pero actualmente sabemos, que el amor, como todos los demás sentimientos, no son más que reacciones químicas producidas por nuestro cerebro y un conjunto de hormonas, y que el corazón no interviene de ninguna forma. Su única función es bombear sangre y transportar oxígeno.
Los peces también pueden sentir sed
Sí, los peces de mar pueden sentir sed y deben tomar agua. El mar contiene gran cantidad de sales, con una densidad media de alrededor de 35 gramos por litro, que al disolverse en el agua se separan y forman iones.
Por otra parte el cuerpo de los peces está constituido en su mayor parte de agua, siendo el resto un conjunto de sustancias orgánicas –proteínas, azúcares y grasas– y también sales, que a su vez se encuentran en estado iónico disueltas en los líquidos corporales. Muchos animales marinos poseen una baja concentración de sales en su cuerpo y, por lo tanto, necesitan una concentración alta en su entorno para poder sobrevivir.
No obstante, se encuentran frente a un grave problema: el proceso osmótico: Si dos volúmenes de agua con distintas concentraciones salinas se ponen en contacto, sólo separados por una membrana permeable, el agua del sector con menos sal comienza a fluir hacia donde se encuentra el agua de mayor densidad. De esta forma, como el agua del mar es considerablemente más salada que los líquidos del interior de los peces, estos pierden constantemente agua a través de sus branquias.
Para evitar morir deshidratado, el pez necesita beber agua, encontrándose con un nuevo inconveniente inherente al medio en el que habita: la gran cantidad de sal. Afortunadamente, su organismo le concede dos formas de eliminar el aporte excesivo de sal: la orina y el epitelio branquial.
Las cejas nos protegen del sudor y de la lluvia
Las cejas son una parte muy significativa del rostro. Expresan las emociones con tanta intensidad como los movimientos del cuerpo, y muchas personas dedican un tiempo considerable en arreglárselas.
Sin embargo el principal objetivo de las cejas es que nos ayudan a la visión. Este arco de vellos desvía el agua y el sudor hacia los lados de la cara, lo que facilita el funcionamiento de los ojos cuando se está bajo la lluvia o cuando se está sudando. Además el sudor contiene varias sales que pueden irritar los ojos. Sin las cejas, muchas tareas que implican un esfuerzo físico serían un poco más difíciles de ejecutar.
Los órganos internos del cuerpo humano tienen capacidades sorprendentes.
El cuerpo humano es una estructura tan compleja como fascinante. Por ejemplo, el hecho de que los ácidos estomacales de nuestro estómago sean capaces de desintegrar una cuchilla de metal, que el área de la superficie pulmonar (con sus cientos de miles de ramificaciones bronquiales) es exactamente igual a la de una cancha de tenis o que el corazón humano sea capaz de ejercer tanta presión en la sangre como para expulsar un chorro a más de 9 metros de distancia, es innegablemente alucinante.
Hablando de distancias, el órgano de mayor longitud es el intestino delgado que mide algo más de 3 metros mientras la persona está viva. Al morir se expande y puede alcanzar 7 o hasta 8 metros de largo.