Los trabajos del futuro requieren nuevas aptitudes y formas de aprender
Las nuevas tendencias digitales están dejando de lado al profesional tal como actualmente lo conocemos, y están abriendo las puertas a las nuevas profesiones y formas de vida. ¿Las conoces?
Learning Mobility (movilidad en el aprendizaje), Digital Nomads Wanderlust (profesionales que se mueven de un país a otro), Software developers (desarrolladores de software), Innovation manager (director de innovación) son solo algunos de los nuevos trabajos que han nacido en los últimos 10 años.
De hecho, en el evento de Recursos Humanos 2019, Oracle Modern Business Experience, se indicó que el 60% de los empleos tecnológicos que existirán en 2025 no han sido inventados todavía. ¿Pero en qué ámbitos están cambiando?
Según la Universidad Española CEO Alumni, las aptitudes para los trabajos del futuro tienen relación con los siguientes cambios:
• Tecnológicos: Los nuevos profesionales deberán estar más familiarizados con la tecnología, y especializados en temas como inteligencia artificial, computación cuántica, redes 5G, chatsbots, machine learning, bockchain, entre otros.
• Conceptuales: Se rompen los esquemas jerárquicos de las empresas tradicionales y se abre paso a la flexibilidad de horarios y trabajos desde casa para permitir una conciliación con el resto de los ámbitos de su vida. Además, difícilmente existirán trabajos con cargos vitalicios, entendiendo que se vinculará a las personas a proyectos concretos y se requerirá por sobre todo, la movilidad.
• De Habilidades: Los expertos del Institute for the Future (IFTF) for the University of Phoenix Research Institute destacan nuevas competencias transversales que cobrarán mucha fuerza en el futuro, e incluso serán imprescindibles para el éxito de cualquier profesional, como por ejemplo: la capacidad de pensamiento crítico, creatividad, saber gestionar personas, trabajar en equipos virtuales, la inteligencia emocional y la transdisciplinariedad (habilidad de comprender e interrelacionar conceptos y abstracciones a través de múltiples disciplinas), entre otros.
¿Pero cómo no quedarnos atrás luego de tanto cambio?
Así como habrá cambios en los campos de desarrollo y habilidades necesarias de los profesionales, también está cambiando la forma de aprender. De hecho, el aula no solo ha sufrido modificaciones, sino que en algunos casos, se ha transportado a las casas de los mismos alumnos. De hecho, un aula puede ser hoy en día una computadora, una tablet, un libro, un video de YouTube. Es por eso que se da mucho más naturalmente el autoaprendizaje.
Así lo explicó el experto en el uso de tecnología en la educación y director del área pedagógica de la multinacional Colegium, Hugo Martínez: “los contenidos y experiencias para el aprendizaje dejaron de ser un monopolio del aula tradicional, por lo que las oportunidades de acceso no son un límite para el desarrollo de casi cualquier conocimiento o habilidad”. Ante lo cual agregó: “el rol fundamental de la educación formal del siglo XXI es desarrollar las habilidades para aprender a aprender, este debiera ser el objetivo principal de lo que planificamos y desarrollamos en el aula”.
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