Alan García Díaz

Alan es un ser en búsqueda de la constante mejora, apasionado por los pequeños grandes detalles que otorga la vida, y con ganas de compartirlo con otros seres para crear un mundo más feliz, sano, en paz y mejor.

Nacido en Chihuahua, aunque toda su vida vivió en la Riviera Maya, Alan siempre contó con una gran familia que le otorgó todas las herramientas y posibilidades para ser la persona que es hoy día. “Mis papás siempre trabajaron en la industria hotelera y los primeros años de mi vida rotamos por muchas ciudades del país, hasta que nos asentamos en Playa del Carmen. Gran parte de mi infancia viví en un hotel. Allí encontré un espacio de “soledad” en donde empecé a apreciar la naturaleza, los animales, el silencio y a estar conmigo mismo. Gran parte de ese tiempo forjó el lente con el que veo al mundo”.

Si bien Estudió Negocios Internacionales, justo antes de poder terminar sus últimas 12 materias de la carrera se topó con el Crossfit. “Ahí empezó la pasión, anteriormente jugaba muchos deportes con mis amigos pero era algo más recreativo y social, nunca en un punto de completo compromiso”.

“Tenía 21 años de edad, estaba de regreso en Playa del Carmen, y un día entrenando en el gimnasio vi a un grupo de trogloditas haciendo semejante show, gritando, azotando barras, entrenando sin playera, lo único que sentí en ese momento es pena ajena. Semanas después uno de ellos me invitó a entrenar con ellos en la playa. Un miércoles a las 12 del día a pleno sol nos reunimos alrededor de 100 personas para entrenar todas juntas. ¡Era una locura! Recuerdo haber realizado lagartijas, correr sobre la arena, nadar, todo eso por mil repeticiones. Terminé destrozado, escuchaba mi corazón gritar, la arena empanizaba mi cara, mi piel me picaba ya por los rayos del sol quemándola, estaba en agonía total pero nunca me había sentido tan retado, tan vivo… Desde ese día me uní al grupo de trogloditas que hacían un show todos los días a las 11 de la mañana en el gimnasio”.

Actualmente es el Coach #1 en tomar más café en Impetus Fitness, pero en sus años competitivos logró ser el mejor de México durante 4 o 5 años. “Mis metas siempre fueron desarrollarme como atleta, coach y ser humano. Mis logros, varios podios en competencias de México y logré competir en las máximas competencias clasificatorias de Crossfit, con y contra los mejores”.

Participó en las competencias para llegar a los CrossFit Games. Y aunque no llegó a clasificar, el proceso le dio mucho más de lo que alguna vez se pudo imaginar. “Viajé y competí en lugares increíbles, me dio muchas amistades, lecciones fuertes de vida, humildad para reconocer lo que puedo controlar y lo que no, llantos, risas, dolores físicos, conocí todas las partes que componen a este ser que le dicen Alan. Viendo hacia atrás no sé qué se siente ir a los Games, pero todo lo que el proceso me trajo es increíble, agradezco infinitamente a la vida por eso”.

Fue parte de la primera temporada de Exatlón, pues lo invitaron a participar por la salida de uno de los compañeros del team famosos. “Mi participación fue corta pero muy real, en tan solo unas semanas me sumergí en un nuevo mundo donde la prioridad número 1 era sobrevivir y ganar. Era una experiencia que estaba buscando ya hacía mucho tiempo, regresar a lo básico en la vida, a lo que realmente importa, apreciar cada comida, cada amanecer y atardecer, pláticas valiosas con nuevos amigos, la emoción de querer ganar no solo por ti si no para el bien de tu equipo. Fue una de las mejores experiencias que
he vivido hasta ahora en mi vida”.

Además de entrenar, a Alan le encanta leer, tocar la guitarra y el piano. “Experimentar en el mundo del café, jugar videojuegos, caminar la eternidad con mis enanos, tomar el sol, escuchar podcast, aprender de alimentación y biohacking del cuerpo humano”.

Actualmente está trabajando en crear su propio sistema de entrenamiento. “Algo que sea mucho más orgánico e integral, donde se puedan trabajar la integración de nuevos y mejores hábitos, conductas, trabajo emocional, terapias y, claro está, también la parte física. Esperen escuchar más de esto pronto”.

“Gran parte de mi “entrenamiento de vida” es también el ser consciente de lo que hago afuera del gimnasio, lo que como, el movimiento natural de mi cuerpo, el respirar, las horas que duermo, todo eso creo firmemente que impacta más en tu cuerpo que solo 1 o 2 horas de estar en el gimnasio”.

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