Alejandro López
Romántico rebelde, proyector de sueños, niño, padre, hijo, esposo, bailarín, profesor, hermano, amigo, Alex es un ser maravilloso que lo da todo por el amor.
Nacido en Coatzacoalcos, un pequeño puerto al sur de la costa veracruzana, desde pequeño quiso ser cocinero, papá y bailarín. “Recuerdo momentos en mi niñez, en la cocina de la casa de mi abuela, siendo su ayudante y compartiendo un tiempo que no sabía que iba a ser tan trascendental en mi historia. La carrera de papá vino siendo paulatina, por muchos años soñé con Isabella, mi hija. Soñaba cada cierto tiempo que iba creciendo, que la llevaba de la mano por las calles, que íbamos a comprar frutas al mercado, que pasábamos tiempo juntos. En el mejor momento conocí a Julia, y compartimos lo que para mí es el verdadero amor; nos casamos y tuvimos a nuestra hermosa hija. Y creo que siempre fui bailarín, recuerdo la sensación de balancearme en los brazos de mi madre mientras me quedaba dormido, recuerdo bailar en la escuela, en la casa, en las fiestas, en el baño. No podía esperar a las clases de arte en las que podía bailar y hacía lo imposible para ser elegido entre los que formarían el grupo para bailar en los festivales de la escuela. Decidí quedarme, pese a todo el esfuerzo, pese a tener que tomar distancia de mi familia, de mis amigos; sin embargo tuve la mejor familia y los mejores amigos porque me apoyaron en todo momento. Valoro mucho que me acompañaran en la difícil decisión de estudiar una carrera artística que, en aquellos tiempos (e incluso ahora, lamentablemente), parecía la crónica de una muerte financiera anunciada. Al final, estudié la licenciatura en Danza en la Universidad de las Américas, Puebla, y acabo de terminar el Posgrado en Políticas Culturales y Gestión Cultural en la Universidad Autónoma Metropolitana”.
En el año 2000 vino a Quintana Roo como parte de la primera gira nacional. En ese momento, no sabía que aquí echaría raíces y sería su pueblo amado. “Por el 2006 regresé para quedarme, conocí a mi esposa, hicimos nido, tuvimos a nuestra hija, formamos nuestra compañía, viajamos, nos fuimos, regresamos varias veces, pero nunca nos hemos ido en la totalidad. El encuentro con la divinidad del mar es terapéutico; porque, para mí, tomar una caminata de 15 minutos me lleva a encontrarme con la belleza absoluta de la naturaleza y hacerme recordar que soy parte de ella, que soy una creación de ella y que no hay nada más importante que ser feliz y estar vivo para compartirlo. Me gusta la infinidad de oportunidades que hay para crecer, para desarrollarse. Me gusta Playa del Carmen porque me hace dar lo mejor de mí, porque pienso que puedo aportar lo que sé con miras a abrir brechas y labrar caminos”.
Actualmente es Codirector de Operativo Silla Móvil Danza, una gran compañía que este 2020 cumple 10 años de vida y que sigue creciendo y madurando. “Estoy trabajando en hacer que mi compañía crezca desde lo humano, hasta lo técnico, desde la disciplina hasta la amistad. Ese trabajo concienzudo nos ha llevado a tener el apoyo del Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMyC) para llevar nuestra obra “X’tabay, mi vida tras la ceiba” a una gira por el Estado de Quintana Roo con el objetivo de fomentar la curiosidad por la tradición oral de la cultura maya, el acercamiento de las comunidades a la danza contemporánea y, muy importante, el símbolo trascendental de la mujer en la cultura maya”.
La gira con la obra X´tabay, mi vida tras la Ceiba recorrerá desde febrero a octubre las comunidades de Solferino, Chiquilá, Holbox, Leona Vicario, Isla Mujeres, Cozumel, Tulum, José María Morelos, Mahahual y Bacalar. Con el objetivo de llegar a la comunidad trabajadora de nuestro Estado, a las niñas y niños, a los jóvenes, todas las funciones serán completamente gratuitas y en espacios públicos como parques, domos, canchas deportivas, escuelas públicas, etc. “Esta gira es el resultado de años de gestión y de andar “picando piedra” por nuestro Estado. Sin embargo, es el PACMyC Quintana Roo el programa que está apoyando este proyecto y el trabajo de los bailarines y bailarinas que pertenecemos a Operativo Silla Móvil: Julia Mejía, Isabella López, Brenda García, María de Jesús Ramírez, Karime Cauich, Nadia Villalobos, Alethia Piña, Ximena Palmer, Chuzel Hernández, Alejandro Torres y Alejandro López”.
La obra está basada en la leyenda maya de la X´tabay, la mítica mujer que seduce y enamora a hombres en estado etílico y hace que, en el peor de los casos, pierdan la vida. Es una obra que trata el tema del poder femenino, de la tradición oral y la riqueza cultural de nuestra región. Propone una perspectiva contemporánea y muy personal de la leyenda, tomando en cuenta varias de sus versiones y exaltando el poder de la mujer en la cultura maya. “Dicen los abuelos que la gente muere sólo cuando es olvidada, cuando ya nadie la recuerda. Y nosotros queremos que nuestra cultura siga viva que sea recordada, que siga floreciendo en nuestra cotidianidad para generar un presente de paz”.
“Me motiva compartir, me motiva ser un ejemplo, una guía y un colega para mi esposa y mi hija, me motivan los bailarines y las bailarinas de Silla Móvil, me motiva el esfuerzo de todas y todos por mejorar, me motiva ver cómo la gente sale adelante pese a todo lo que pudiera tener en contra, me motiva la resiliencia, me motiva la valentía, me motiva la felicidad de la gente, me motiva la fuerza y la resistencia de mis padres y hermana, me motiva mi pequeña sobrina bebé. Me motiva ser feliz, me motiva vivir, me motiva bailar”.
“Deseo un mundo mejor, un mundo en el que todas y todos seamos libres de sentir, que disfrutemos el vivir… estoy trabajando en ello”.
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