Camila Jaber Sirena mexicana
Nacida en Ciudad del Carmen, Campeche, Camila es una persona ambiciosa con un corazón sensible. En constante búsqueda de respuestas, encontró a través de la Apnea silencio y propósito de vida, llevando su mensaje como embajadora del Proyecto Gran Acuífero Maya en acciones puntuales para la conservación de nuestros recursos hídricos.
Aprendió a nadar desde muy chica, entró a clases de natación, e iba a competencias estatales. “Recuerdo con mucho cariño mi infancia porque desde entonces empezó mi acercamiento al agua. También en esa época mi tía Cristina me introdujo a temas ambientales y de conservación, de formas muy lúdicas y de aprendizaje, pasé cumpleaños rodeada de animales, explorando la selva, y muchas idas a nadar en la playa e interminables tardes en la alberca.”
Estudió la carrera de Ingeniería en Innovación y Desarrollo con acentuación en Recursos Hídricos y Sustentabilidad, en el Tec de Monterrey, Campus Monterrey. “La sustentabilidad ha sido un tema latente en mi formación, en especial el acercamiento a los recursos hídricos a través de la Apnea. Aprendí a practicarla en los cenotes y en el tiempo que llevo involucrada en el deporte he visto un deterioro significativo en los sistemas de cenotes que nos rodean. Cada vez se escucha más que un cenote está tan contaminado que no se puede nadar en él, que la falta de tratamiento de aguas residuales es un problema del desarrollo en la península por el tipo de suelo y que esto afecta directa e indirectamente al turismo.”
Hace 17 años se mudó con toda su familia a Puerto Aventuras y creció allí. “Habíamos venido de vacaciones cuando yo estaba en pañales y buscando otros lugares para vivir pensaron en Puerto por la seguridad y cercanía al mar. Me gusta la mezcla cultural y por supuesto las riquezas naturales que rodean la zona. La variedad de cenotes es única y se complementa con la belleza del Caribe que alberga por temporadas a muchas especies que nos visitan. Esta es la zona que me formó y agradezco mucho a toda la comunidad que me rodea.”
Comenzó a hacer Apnea a los 16 años, cuando descubrió este deporte por una gran coincidencia. “Mi papá fue a hacer pesca con arpón con un amigo y conoció a Pipin Ferreras, una figura que para bien o para mal, popularizó el deporte. Aunque la disciplina que esa generación practicaba llamada “No limits” (descender con un peso y subir con un globo), ya no se práctica, ahora se nada a la profundidad y de regreso, fueron los inicios del deporte. Investigando descubrí que había toda una rama de técnicas de aguantar la respiración para descender a la profundidad y vivir el mundo marino desde una perspectiva distinta y busqué quien diera cursos y quedé enganchada.”
La Apnea es un deporte que consiste en aguantar la respiración y descender a la profundidad con la misma bocanada de aire y con tu esfuerzo físico, el mismo peso que usas para bajar lo debes de subir. Hay 3 disciplinas, inmersión libre (jalando la cuerda), con aletas (monoaleta o aletas) y sin aletas, esta última es en la que Camila se especializa. “En diciembre 2014 hice mi curso de instructora y ahí conocí a personas que ya estaban en el ámbito de competencias por lo que me entró curiosidad de cómo sería participar en una. Sin embargo, en enero de 2015 entré a la Universidad en Monterrey entonces tuve que adaptar mis entrenamientos a un ámbito universitario y decidí participar en mi primera competencia en San Andrés, Colombia, Nirvana Oceanquest. El entrenamiento progresó de forma exitosa y empecé a plantearme la posibilidad de establecer un récord, lo cual fue ¡un sueño hecho realidad!”
“En mi entrenamiento tengo que estar 100% concentrada en una meta, quizás no todo el tiempo estar pensando en ella, pero cuando entreno que sea todo lo que ocupa mi mente. Se hacen sacrificios a nivel personal y social porque la calidad del descanso es importante, los hábitos alimenticios, suplementos, seguimiento, terapia y muchas más áreas del deporte se vuelven importantes, que no son específicamente entrenar pero que son necesarias para poder mantenerse en el canal y exigirse en entrenamientos.”
Este año fue especialmente difícil pero fructífero para Camila ya que logró superar su Récord Nacional de Apnea Peso Constante sin Aletas, CNF (Constant Weight No Fins) llegando a una profundidad de 58 metros, enfatizando la comunicación de este logro hacia la conservación y cuidado del agua y recursos hídricos. “Fue duro porque regresé a entrenar después de una pausa de 3 años y tuve que adaptarme a hacerlo en casa ya que las medidas para mitigar la pandemia cerraron albercas y gimnasios. Ejercicios que debía hacer en alberca los adapté a la sala de mi casa, encontré huecos con mi familia, a quienes les agradezco mucho por apoyarme para que pudiera entrenar. Y cuando fue posible empezar a entrenar profundidad en cenotes, fue muy importante hacer un compromiso con los acompañantes de mantener el círculo cerrado de no más de 3-4 personas para cuidarnos. Enfrenté complicaciones de salud familiares y mías, tuve que posponer el evento, fue un reto encontrar patrocinadores durante esta época tan difícil, tenía dudas de mi capacidad de regresar a mi condición después de mi última competencia en 2017, pero conseguí el apoyo, mi familia siempre creyó en mí, perseveré en mis entrenamientos y lo logré. Estoy enormemente orgullosa (y aliviada) por finalmente haberlo obtenido. Son dos metros más que hacen mi voz más fuerte para difundir mi mensaje, que es la importancia y relevancia de la conservación de los recursos hídricos y el mundo marino. Este es el lema que me guía como deportista y profesional y a lo que quiero dedicarle mi vida.”
Camila es embajadora del Proyecto GAM (Gran Acuífero Maya), que es una organización que se dedica a la investigación y protección de los ríos subterráneos de la Península. “Me identifico con ellos por su enfoque multidisciplinario y de acercamiento a la conservación a través de la ciencia. Tienen una percepción del Acuífero completo que incluye desde su valor natural como su relevancia antropológica y se mantienen en constante exploración y descubrimientos en la zona.”
“Me gustaría hacer una invitación para que conozcan el deporte, las actividades en el agua, lo transformadoras y enriquecedoras que pueden ser, y con la reflexión de lo difícil que ha sido este año y lo importante que es darles prioridad y especial atención a los esfuerzos de conservación. Lo que vivimos es solo el principio de lo difícil que puede ser el futuro si no mantenemos una relación justa y equitativa con la naturaleza.”
La Apnea es una disciplina de autoconocimiento y crecimiento personal. Son momentos especiales de absoluto silencio en los que estás atenta a tu cuerpo y las señales que te va dando. Un reto muy mental que me emociona pensar que conforme crezca tendré más certeza y control mental.
Fotografía: Daan Verhoeven
Etiquetas: Edición 100