Mi hijo, un ser hermosamente independiente
Qué bello es ver crecer a los pequeños, felices, divirtiéndose, jugando y aprendiendo en su día a día. En ese hacer constante, viendo al adulto e imitándolo; intentando en su vida cotidiana, probando y enfrentando nuevos retos, recibiendo o no la ayuda de los mayores, es que los niños y niñas van aprendiendo y asimilando conocimientos.
En esta práctica que los pequeños hacen diariamente, observando a los mayores, haciendo lo que ellos hacen a través de sus juegos imitativos, es que van llevando a cabo ciertas actividades de su vida cotidiana. Por ejemplo: lavarse los dientes, ponerse los zapatos, comer solitos, guardar los juguetes.... Cuando nuestros niños y niñas logran hacer esto, decimos que generan un hábito.
Cuántas veces hemos escuchado a nuestros niños decir: “Déjame”, “Yo solito puedo’’. ¡Y esto es muy cierto! Observan, imitan y practican una tarea que se repite todos los días. Y poquito a poco, la van logrando con menos ayuda, y se van volviendo seres autónomos.
Hoy les compartimos cuáles son esos hábitos de autonomía que tienen que tener en cuenta en los hogares, y fomentarlos. Estos hábitos se engloban en cuatro grandes categorías: Higiene - Alimentación - Vestido - Vida social y vida del hogar.
Pero, ¿por qué es importante generar hábitos de autonomía?, ¿por qué debo dejar que mi hijo los haga por sí mismo? Muchos padres comentan que les gusta mimarlos y hacer las cosas para los pequeños, entonces ¿eso lo perjudica?
La autonomía es fundamental para desenvolverse en la vida, permite un desarrollo positivo y saludable y es lo que en el futuro permitirá tener “independencia”.
Un niño con mayor autonomía tiene buena y alta autoestima, es emocionalmente estable, seguro de sí mismo y de sus decisiones, permite tener una adecuada relación con los demás.
Para que los hijos e hijas logren autonomía es fundamental tener padres que apoyen e incentiven, en el día a día, distintas actividades. En este punto es importante resaltar que los padres no deben hacer las cosas por el niño, ni deben de exigirle demasiado. Necesitan ofrecer espacios de práctica e ir apoyando y acompañando este aprendizaje.
También debemos tener en cuenta la edad madurativa del niño, es decir, no exigir cosas que aún no pueda hacer por sí mismo, ya que ello lo único que generará es frustración, y en definitiva estaremos perjudicándolo.
Hoy papás les recomendamos poner en práctica en casa estos espacios de aprendizaje y les compartimos también cómo pueden llevarlos a cabo. A modo de receta, les dejaremos cómo generar hábitos que con práctica y constancia se logran entre los 20 y 30 días.
Recuerden que esos hábitos son actividades que se hacen en casa diariamente, como bañarse, guardar, comer, ordenar, vestirse, jugar con otros niños, aprender modos de relacionarse con las personas.
Nuestra receta consta de cuatro pasos simples:
• Decidir qué le vamos a pedir a nuestros hijos, y preparar todo lo necesario.
• Explicar qué tiene que hacer y cómo.
• Practicar.
• Supervisar.
¡Y lo más importante es que todo se debe desarrollar de manera natural y ser un momento de compartir con el adulto! Recuerden que sus hijos aprenden de ustedes. ¡Fomenten y aplaudan siempre el logro de sus hijos!
¡Ayuden a sus HIJOS para ser seres hermosamente AUTÓNOMOS!
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Por: Natalia A. Alioto
Lic. en Educación Especial
Etiquetas: Edición 101