Mercedes Bautista
Artista visual, apasionada del arte, en constante inquietud y búsqueda creativa, personal y colectiva, Mercedes cree en el amor como motor de vida, que se construye y descubre en el arte. Y siempre sigue los caminos que tienen corazón.
Nacida en Madrid, creció en una familia muy unida. “Mi papá y mi mamá siempre le dieron mucha importancia al estudio y nos procuraron a mi hermano y a mí una buena educación. Nos decía mi papá que estudiar nos hacía libres. Hoy entiendo esa frase en toda su profundidad. Y de repente, me sorprende escucharme diciéndola a mis hijos o alumnos adolescentes. Mi casa estaba llena de libros, a mis papás les encantaba leer y es algo que supieron heredarnos. Me encanta leer, siento que amplifica mi vida, la enriquece, y en verdad me despierta a otro nivel de conciencia, así como el arte.”
Estudió la licenciatura en Bellas Artes en la Complutense de Madrid. “Desde pequeña me ha gustado pintar, disfrutaba mucho crear, con objetos, con ramas, o materiales que encontraba en la naturaleza. Pero de más joven pintaba mucho con la técnica de óleo; luego en la universidad empecé a utilizar también otros materiales, el collage, usaba una resina poliéster para algunos cuadros con materia orgánica... y fui derivando en el arte objeto, la poesía visual; hasta ahora que mis últimos proyectos han sido de instalación. Una disciplina que tiene en cuenta el espacio expositivo como componente de la pieza y que combina diferentes disciplinas artísticas; en mi caso cerámica, arte textil, poesía visual y también fotografía y pintura, o video-instalación”.
Si bien hace 11 años que vive de manera permanente en Playa, venía antes a la ciudad por pequeñas temporadas, con su esposo. “Vivíamos en Guerrero, en Taxco, un pueblo de montaña, colonial, un pueblo mágico, lleno de manifestaciones culturales y hermosa gente. Pero empezó el tema de la violencia, el narcotráfico …y la economía se complicó. Decidimos criar a nuestros hijos en Playa del Carmen, con una infancia más sabrosa en contacto con el mar y más libres”.
Desde que llegó a México en el 2002, Mercedes se ha destacado artísticamente. “Empecé el año participando en Global Nomadic Art Project. Un proyecto increíble de land art que, gracias a la artista y promotora cultural Daniela Jáuregui, llegó hasta Playa del Carmen con un gran número de artistas invitados de muchos países, y que ahora comienza su exposición itinerante por diferentes lugares. Una experiencia increíble e inolvidable. Después fui seleccionada para exponer en Palacio de Bellas Artes en CDMX, en una exposición colectiva, con el título de Mujeres en el Arte Resonancia en acción. COMUARTE y en la Galería 18, aquí en Playa del Carmen, expuse en la colectiva:” Corazón: pulso y resonancia”. Y en la galería Gandhi de las rejas de Chapultepec, para la exposición colectiva “un espacio propio”, Mujeres creadoras en el arte. También monté una instalación de “semillas creadoras” en Cancún donde el jurado me otorgó una mención honorífica en el premio artes visuales. En años anteriores he recibido becas del FONCA para creadores con trayectoria y eso me ha permitido desarrollar proyectos que necesitan tiempo de investigación, proyectos que no son comerciales, pero sí sociales y artísticos a la vez. Y ahora estoy preparando una obra textil de gran formato para una bienal en Madrid, y una exposición individual en Vermont EE.UU”.
Además de todos estos proyectos, esta increíble mujer, es fundadora del Laboratorio de arte tuukul, un espacio creativo donde ofrecen variedad de talleres. “Soy una apasionada del arte y en verdad creo que si queremos transformar una sociedad y hacerla mejor, debemos empezar por educar a nuestros niñ@s, con valores y desarrollo de todo su potencial creativo. Y la educación en arte ayuda a hacer mejores personas, porque nos da la posibilidad de desarrollo espiritual, moral y el conocimiento sobre nuestro ser. Así que, hace como tres años, los talleres de arte para niños que venía dando en diferentes lugares de Playa, comencé a darlos en mi taller-estudio, bajo el nombre de Laboratorio de arte tuukul. Laboratorio porque quería que fuera un lugar de experimentación feliz del arte, en libertad, sin miedos… sin limitaciones por espacio o materiales diversos. Y tuukul es una palabra maya que significa conciencia o pensamiento. Arte y conciencia. Para mi unidos siempre. Puse una palabra maya por la importancia de la pertenencia, de reconocer a los pueblos originarios y en gratitud por todo lo aprendido en mis estancias en comunidades, o con mis amigas de origen maya. También, porque así como es necesario preservar tradiciones en apoyo a la diversidad cultural, en Playa es importante esta creación de identidad, que nos ayude en el pertenecer, para implicarnos más en construir una sociedad mejor aquí, donde uno ama y vive. Siempre con la idea de que Laboratorio de arte tuukul sea un faro de luz, un faro de desarrollo humano. Y sí, resultó ser un faro, pues maestras y maestros de otras artes, como cerámica, pintura, macramé, tarot, tejido, escritura creativa, se han acercado o yo l@s he buscado, para que impartan su conocimiento en este lugar y de alguna manera ir poniendo nuestro granito de arena en construir identidad y cultura en esta ciudad y en ayudar a cambiar y revertir las cosas negativas que puedan estar ocurriendo en nuestra sociedad”.
“El arte es algo que me apasiona, desde vivirlo y experimentarlo como creadora visual, hasta ser maestra de arte lo vivo con pasión. Siento que el arte es muy importante, que desarrolla la creatividad. A mis alumnos les digo “el arte es alimento para el alma”. Es conocimiento, es sanación, construye pensamiento crítico. En los procesos creativos te conoces. Y conoces del otro. Siento que vida y arte están unidos”.
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