Baby Powder
Un día me levanto, y algo es diferente; no alcanzo a descifrar con exactitud de qué se trata, pero lo siento, como cuando no tienes evidencia de algo, pero lo sabes de cierto.
Un día me levanto, y algo es diferente; no alcanzo a descifrar con exactitud de qué se trata, pero lo siento, como cuando no tienes evidencia de algo, pero lo sabes de cierto.
Una gota es suficiente para aliviar los ojos, para dosificar un veneno y para derramar un vaso. Una gota es la mínima expresión de un líquido, la forma favorita de la lluvia.
Hay un hilo de hormigas saliendo de mi boca, en perfecto orden, una después de otra, todas cargando algo en sus mandíbulas, y no dicen nada; se está formando un nido de abejas en mi nuca, es geométrico, regular y homogéneo, formado por celdas hexagonales que comparten sus paredes sin dejar espacio desaprovechado entre ellas; no sé a dónde migraron las mariposas, quizá regresen con el cambio de estación, tal vez solo están dispersas.
El año concluye, un ciclo que estuvo lleno de eventos inéditos y extraordinarios, de lecciones. Definitivamente este año fue una prueba para la cual no estábamos preparados, algo muy parecido a tener un examen sorpresa sin haber estudiado.
La realidad viene a nosotros constantemente, por lo general a los pocos minutos de haber despertado; otras veces se demora un poco en llegar o se aleja por un momento, como cuando tomamos una taza de café o escuchamos una canción que nos gusta mucho, y para algunos de nosotros, cuando llueve y el olor a petricor nos invade el alma.