Volver a empezar
Estoy bien, dormí profundamente, no tuve sueños ni pesadillas, y aunque desperté un poco tarde, sé que al final el día será productivo.
Estoy bien, dormí profundamente, no tuve sueños ni pesadillas, y aunque desperté un poco tarde, sé que al final el día será productivo.
El año apenas empieza, y ya me puse a pensar en el futuro próximo: el día de mañana, la próxima semana, el mes que viene.
El pronóstico del tiempo anunció la llegada de una masa de aire frío y una zona de baja presión para el fin de semana.
Ahí viene una nube cargada de lluvia, y con ella un tren que nos llevará a un reloj reiniciado en ceros.
Un recorrido tan corto como intenso, así como un shot de tequila o un café expreso; un viaje con villancicos como música de fondo, posadas y árboles decorando el interior de casas y oficinas; con líneas de luces de colores y días de asueto; visitas esperadas y sentidas ausencias; la cena de noche buena y obsequios; el recalentado; el recuento de lo bueno y lo malo, y la reciclada lista de propósitos de hace dos años.
Esa época en que escribo mis mejores deseos, como si fuera a enviarlos.
Habría que reiniciar el reloj con esperanza, después de todo, es otra oportunidad para empezar de nuevo.
Por: Miguel Ángel García García
@letrasypalabras
Siempre he pensado que renunciar a un empleo, más que salir de una zona de confort, es como saltar de un tren en movimiento; pero hacerlo en plena pandemia y en la mediana edad, es como dar un salto de potro con un doble mortal hacia enfrente y medio giro; uno intentará caer con estilo, pero las articulaciones de las rodillas no van a cooperar.
Siguiendo las recomendaciones para escribir poesía, de Hernán Casciari, me quité los zapatos y caminé descalzo sobre el pasto; escribí en papel sin renglones, con lápiz negro y con la goma de borrar a la derecha; me la pasé cazando frases de ocho sílabas; abrí la caja donde guardé al amor, y destapé los frascos con recuerdos esenciales; me acosté boca arriba, observando el techo; pero nada, no pude escribir ni un pueril verso.