Justificando mentiras con alguna verdad
Un día me levanto, y quizá no sigo siendo el mismo, no podría asegurarlo; hay muchas partes en mí que son constantes, invariables, aunque no necesariamente las mejores partes.
Un día me levanto, y quizá no sigo siendo el mismo, no podría asegurarlo; hay muchas partes en mí que son constantes, invariables, aunque no necesariamente las mejores partes.
He vuelto a escribir,
como un antiguo vicio que contraje de joven,
y soy un verso mojado,
caído de unos labios,
cayéndose en fragmentos de agua.
El sábado pasado estaba tan cansado que me di el lujo de levantarme un poco más tarde; después de desayunar me dispuse a ver la programación en la televisión; estaba cambiando canales y entonces me encontré con la película de Will Smith, “The Pursuit of Happyness”, una de mis favoritas; la he visto demasiadas veces, pero siempre me atrapa (quizá porque me identifico mucho con el protagonista en tantos aspectos, pero esa es otra charla), para mi suerte estaba empezando y por milésima ocasión la vi de nuevo. Por si fuera poco y para mi asombro, al finalizar ésta transmitieron otra de mis películas favoritas del mismo actor que se llama “Seven Pounds”, cuyo tema principal en piano es sencillamente sublime y sí, también la vi completa.
Un día me levanto, y ya no soy el mismo; abro los ojos, me siento en el borde de la cama, con los pies apuntando al precipicio, me concedo unos minutos, como quien duda antes de saltar al vacío; se hace tarde, no sé qué ponerme, me pongo a pensar de nuevo en la felicidad y en cuánto me estoy estirando para alcanzarla; trato de no sacar conclusiones; salgo a la calle con la disposición de hacerlo todo bien y apasionadamente, pero las cosas no suceden de ese modo ni en ese orden.
Pronto serán las dos de la madrugada, y yo aquí escribiendo, debería estar acostado y dormido; debo dormir más temprano, levantarme por ejemplo a las seis de la mañana y estar listo para ir a trabajar, cuando mucho a las seis y cuarto, por aquello de los imprevistos, las condiciones del clima, el estado de ánimo y el tráfico.